HISTORIA
Córdoba, franquicia Unesco
Cuatro títulos de Patrimonio de la Humanidad, algo inédito en España, la sitúan como referencia para el ente ONU
Buenos Aires, Phuket, Isla Granada y el reino de Baréin tienen mucho que ver entre sí con el resplandor de Córdoba. En común poseen la virtud de ser el itinerario que ha seguido la ciudad para convertirse en una joya predilecta de la Unesco y su protectorado patrimonial mundial. La consecución del título para el conjunto arqueológico de Medina Azahara le proporciona a Córdoba su cuarto sello internacional, circunstancia inédita hasta ahora en España (habría incluso que sumarle su influencia en otras titulaciones como las del flamenco y la dieta mediterránea) y que la llevan a ser una especie de testimonio-franquicia de los principios culturales que impulsa el ente vinculado a la ONU.
La Mezquita-Catedral (1984, Buenos Aires), cincuenta y cuatro hectáreas del Casco Histórico (Phuket, 1994), la Fiesta de los Patios (Isla Granada, 2012) y ahora Medina Azahara (Baréin, 2018) atesoran un brillo del que pocas ciudades en el mundo pueden presumir. Pura singularidad , además, las de estos enclaves y celebraciones que abundan aún más en la trascendencia histórica que ha tenido Córdoba, también como nido de intercambio cultural y de los mejores exponentes de cada uno de los pueblos que la habitó. Desde la Roma Imperial hasta nuestros días.
En 1984 el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco declaró patrimonio de la Humanidad a la «Gran Mezquita» de la época califal como ejemplo único en el mundo por su riqueza arquitectónica donde se dan la mano estilos tan dispares. Palimpsesto de templo romano, basílica visigoda, mezquita aljama, catedral católica y artes constructivas de siglos y siglos . Un ejemplo de conservación y simbiosis que en 2014 elevó su distinción a la categoría de «Bien Excepcional Universal» con el reconocimiento al trabajo que vienen realizando el Cabildo Catedral de Córdoba y su equipo de arquitectos conservadores. Cerca de dos millones de personas puedan dar fe de ello cada año. Añadiendo al atractivo central de su visita, el recorrido nocturno o la subida a la torre campanario del Patio de los Naranjos.
La saturación terciaria en su entorno, el turismo masivo o el tráfico , amén de una estricta puesta a punto, son los aspectos sobre los que la lupa de la Unesco no deja de estar presente, y sobre los hasta ahora no ha habido ningún problema y se ha ido trabajando en su control.
Diez años después, al otro lado del planeta, en Phuket (Tailandia), la Unesco ampliaba el velo protecto de la Mezquita hacia 54 hectáreas del Casco (apenas un cuarto de su extensión total) que la rodean. Desde San Basilio a la plaza de la Compañía , bajando por San Fernando, bordeando la Ribera y el Puente Romano arman un área de insuperable encanto donde habita la carta genética de Córdoba. Las huellas de su pasado milenario .
Un Casco vivo que también tiene que hacer frente a notables exigencias para no perder su autenticidad. La pelea desde entonces es constante —irregular— por hacer un uso razonable de los materiales constructivos , la arquitectura, las rotulaciones de comercios y negocios, el cableado, el tráfico, la despoblación como un riesgo latente, el deterioro de edificiones monumentales o la acción descontrolada de un turismo tan presente como determinante en el tejido económico local. Las tentaciones que amenazan a muchas urbes del nivel de Córdoba y que han de compatibilizarse con los nuevos tiempos y los nuevos hábitos ciudadanos.
Dieciocho años después, la nueva cita con la Unesco llegaría en la Isla de Granada, en pleno Caribe. «Una celebración en espacios sociales que promueve el c ontacto humano y el intercambio cultural . Un evento festivo comunal que proporciona el sentido de identidad y la continuidad de los habitantes de Córdoba». Así definía la Fiesta de los Patios el ente cultural de la ONU en aquella cita que trajo el tercer sello. En esta ocasión, primero en la categoría de Patriomonio Intangible de la Humanidad. Costó algo más, tras un primer intento fallido en 2011. Definir una fiesta tan original desde un punto de vista no material conllevó dificultades , pero finalmente, el 6 de diciembre de 2012 las casas-patio alcanzaban un punto de inflexión en el que aún siguen, no sin dificultades para preservar un equilibrio que las salve de la saturación.
Ahora, seis años después , precisamente cerca de sus mentores, la arquitectura, el paisaje, el urbanismo y la conservación de la «ciudad palatina» vuelven a dar el aldabonazo patrimonial. Referente del modelo de ciudad califal aún vivo en Occidente .