Así fue Córdoba 2020
Valle García, gerente del hospital Reina Sofía: «Tenemos que ser sinceros: hemos tenido miedo»
La responsable del centro sanitario relata cómo hicieron frente al coronavirus
Valle García es una mujer con cosas que decir. «Córtame que charlo mucho», dice cuando se embala. Nacida en 1975, a esta especialista en aparato digestivo la mayor pandemia conocida por varias generaciones le pilló precisamente como jefa de las tripas del Hospital Universitario Reina Sofía, un centro sanitario donde trabajan más de cinco mil personas más varios cientos que dependen de contratas externas. García reconoce que 2020 ha sido un año largo, que han pasado muchas cosas desde ese mes de enero en el que tuvo lugar el primer caso que cuadraba con eso que se decía por las noticias que pasaba en Wuhan .
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«Al principio, pensábamos que aquello nos pillaba un poco lejos », reconoce la directora gerente del Reina Sofía . La forma en la que se desarrolló el mes de febrero y el toque de rebato de principios de marzo hizo que las cosas cambiaran. De una situación de espera activa a una alarma generalizada que, al principio, solo encajaba con incertidumbres. «No sabíamos a lo que nos enfrentábamos», afirma la directora del hospital que recalca que hoy se tiene una noción mucho más amplia.
«Al principio creíamos que aquello que pasaba en China nos cogía un poco lejos»
El coronavirus, explica Valle García, ha tenido y tiene un enorme coste en vidas perdidas , en lágrimas. Desde el punto de vista sanitario, «nos ha puesto a prueba a todos». La crisis del Covid ha puesto al sistema sanitario frente a un espejo donde las debilidades quedaban expuestas. En un procedimiento que ha afectado a los sanitarios que trabajan en el centro pero también a cualquier empleado del Reina Sofía, desde las limpiadoras hasta el personal de seguridad. «Nos hemos reinventado en un tiempo récord », asegura con un punto de orgullo. «Sin anestesia», dice.
Valle García repite una y otra vez el verbo aprender de un proceso que ha consumido, explica, dos oleadas . La primera, de marzo a mayo. «No enfrentábamos a algo desconocido y el trabajo de los profesionales y la unión de toda la ciudad hizo que se viviera una unidad colectiva para pelear contra la pandemias. Se vivieron momentos irrepetibles , tristes, con pacientes que no pudieron salir adelante. También, un trabajo en equipo, unión de fuerzas. Eso ha quedado», explica. En ese momento, el hospital tuvo que modificar protocolos y reprogramar otro tipo de actividades sanitarias «que para nosotros son importantes».
La segunda ola vino precedida de unos momentos de calma en el que la actividad sanitaria, afirma la directora del hospital, no decayó. El ritmo frenético «se tuvo que mantener» con el objetivo de recuperar los actos médicos que no se habían podido desarrollar por el primer golpe del Covid. «Se habla de desescalada y de normalidad pero de normal no tuvo nada». afirma.
El segundo momento de la pandemia propiamente dicho llega a partir de septiembre cuando los casos volvieron a crecer por encima de los ingresos que tuvo lugar en los primeros momentos. Valle García insiste: «ya sabemos mucho más, pudimos ser más flexibles y atender a más pacientes». El hospital ha usado un sistema de unidades Covid que se va activando y desactivando en función de las necesidades. En esa segunda parte, «hemos sido de atender el resto de la actividad y creo que esto demuestra una capacidad de adaptación muy importante del equipo».
La gerente del Reina Sofía exhorta a la ciudadanía a la responsabilidad , a ser cuidadosos y avisa de que aún queda tiempo para que se pueda dar por superado. «Cautela, prudencia, respeto mientras no se tenga una parte importante de la población vacunada», asegura. Los recursos sanitarios se han demostrado finitos aunque en Córdoba nunca se han tenido que activar edificios extrahospitalarios , como hoteles, para poder asistir al los enfermos.
«Todo el equipo ha tenido una enorme capacidad de adaptación»
«Se elige esta profesión por vocación pero llega un momento en el que sientes que los sanitarios han hecho mucho, mucho por la sociedad », explica Valle García. Cada tarde, a las ocho, en los balcones se escuchaban aplausos para los médicos, enfermeros, celadores. La gerente del Reina Sofía anima a revisar dentro de algunos años lo que ha pasado para comprobar que se han hecho muchas cosas bien. García no tiene queja. Reconoce que la identificación del hospital y la ciudad funciona como demuestran los premios y reconocimientos recibidos. La muestras de cariño . El trabajo solidario que permitió realizar material de protección de urgencia cuando era un bien escaso.
La versión oculta del Covid ha estado en una cuestión de la que rara vez se habla: la salud mental . Muchas personas pasaron solas el confinamiento. Existía pánico a desplazarse de según qué maneras. Valle García asegura que han notado un incremento respetable, por ejemplo, de las personas que padecen problemas de carácter alimentario, como la bulimia y la anorexia . Las personas que tenían depresión o ansiedad han visto cómo se agudizaban esos proceso.
«Hemos aprendido mucho sobre lo que es preciso hacer»
La gerente del Reina Sofía explica que, en un momento dado de la primera oleada, hubo personas que no se presentaban a sus consultas con el médico. Eso ha llevado a un incremento de la mortalidad en dolencias como infartos o ictus. Aquella tendencia se ha moderado mucho y la frecuentación de los puntos de urgencias entra dentro de una normalidad. La gerente del Reina Sofía asegura que sí ha notado otra relación con los recursos sanitarios. Un mejor uso.
El hospital, afirma, ha cambiado. Determinadas materias estaban en el aire y no se acometían. El Covid ha hecho que esto cambie. Son aspectos determinantes como la relación sanitaria con la tecnología , la posibilidad de realizar consultas telefónicas , implementar herramientas que estaban ahí y que podían mejorar la situación. También, ha mejorado esa visión que se tiene del hospital como un lugar donde se hace ciencia. Donde se investiga en nuevos medicamentos . En procedimientos médicos que pueden salvar vidas. «Tenemos que ser sinceros. Hemos tenido miedo pero salimos más fuertes», afirma.