ASÍ FUE CÓRDOBA 2020
Manuel Quesada, el médico detrás del fármaco barato contra el Covid-19
El estudio concluía que la administración del calcifediol disminuía el ingreso en UCI del paciente con coronavirus
¿Existe un fármaco barato y útil que permita que el Covid sean menos letal? Un e quipo de investigadores cordobeses liderado por José Manuel Quesada , un profesor emérito de la Universidad de Córdoba, cree que sí. La sustancia se llama calcifediol aunque el nombre comercial es Hidroferol. No es un suplemento alimentario ni una vitamina. Es el abono que se planta en el organismo para que, por sí mismo, el cuerpo eleve los niveles de la vitamina D .
El investigador lleva desde el mes de marzo junto a un equipo de médicos del Reina Sofía -los doctores Entrenas y López Miranda , entre otros- intentando convencer a las autoridades de que, en conjunto con otros fármacos, puede mitigar los efectos del Covid. Reducir el número de personas que acaban en la UCI o mueren.
Quesada estaba ya jubilado cuando el coronavirus llegó a nuestras vidas. Las autoridades sanitarias pidieron ideas, qué tipo de investigaciones en marcha podrían aplicarse a esta nueva realidad. El científico apostó en ese momento por una sustancia que se aplica al VIH, el virus que genera el Sida. «Escribo a mano y, cuando estaba en ello, vi que estaba en un error», afirma. Tiró de sus antiguas investigaciones sobre el sistema endocrino de la vitamina D. La mayor parte de las personas que han tenido un virus más duro presentan estados carenciales de esa sustancia que, en parte, se genera con el simple gesto de tomar el sol .
Con esos folios y la experiencia de una vida dedicada a la ciencia médica, arranca un proyecto que, reconoce, ha tenido una gran repercusión. «Ha sido un año delirante pero también apasionante», explica. El asunto se puso sobre la mesa del hospital cordobés, recibió el apoyo del comité de farmacia y se realizó el primer ensayo ciego combinando unas dosis prefijadas del medicamento con el mejor tratamiento disponible en ese momento. La relación de las personas que acabaron en la UCI es de 1 a 25 entre los que tomaron el medicamento y quienes tomaron el placebo. Ya se tienen datos de un ensayo más extenso en el que han participado cinco hospitales. «Los datos son muy buenos», explica el investigador, que los tiene pendientes de publicación.
La Junta apoyó el asunto desde el principio y, de hecho, recibió un respaldo oficial. El Servicio Andaluz de Salud incluyó el tratamiento dentro del arsenal médico e incluso propició su uso en las residencias de ancianos. El doctor Quesada explica que se está trabajando en un protocolo concreto sobre cómo usar el calcifediol con el resto de medicamentos que pudieran tomar estas personas mayores.
Antes de mantener la conversación con esta entrevista, el doctor Quesada acaba de colgar con un colega de un hospital de Tel Aviv (Israel). Quería conocer su criterio sobre la dosis a usar. Asegura que el impacto médico ha sido relevante aunque no ayuda que el calcifediol, que se usa contra la osteoporosis o el raquitismo, no sea un medicamento caro, producto del trabajo de grandes compañías. « Si no costase cinco euros, se explicaría mejor », afirma. «¿Usted lo toma?», pregunta al periodista, que reconoce que no sabría exactamente cómo deletreárselo a un farmacéutico.
Por cierto, el calcifediol se vende exclusivamente bajo la prescripción de un médico.« Cuando descubres algo, es la leche », afirma el veterano investigador médico. En este caso, además, cuando el Covid ataca en la propia familia de quien está trabajando en disponer de una alternativa terapéutica para reducir el impacto de una enfermedad que ha generado tantos muertos desde que hizo su aparición.
Muchas personas, sobre todo mayores o previamente enfermas, que son el colectivo más vulnerable. Prudencia, explica. Lo peor en ciencia, dice, es dar falsas esperanzas, tener certezas no corroboradas por las pruebas. Pies de plomo cuando se aborda un tema tan relevante. Lo importante es que los datos van bien orientados, explican que aquellas primeras ideas producto de una tesis doctoral leída a finales de los años setenta tienen un sentido. Mientras tanto, confianza en los médicos. Asegura que, de su presencia en el Reina Sofía, ha visto a excelentes profesionales volcarse con enfermos de todas las edades. Ver cómo lo daban todo por sacarlos adelante para que salieran curados.
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