Patrimonio
Convento de Santa Clara, el palimpsesto de la historia de Córdoba
El recinto de la calle Rey Heredia resume a la perfección la suma de culturas y estilos: de iglesia tardorromana a mezquita, convento, cuartel y colegio
El convento de Santa Clara fue el primer cenobio femenino de Córdoba una vez que los cristianos pisaron lo que quedaba de la capital andalusí tras la Reconquista en el siglo XIII . Pero en su interior encierra el viaje temporal y patrimonial por la historia de la ciudad.
A modo de manuscrito de piedra , donde cada huella nueva se superpuso a la anterior de la mano del hombre, en sus entrañas -y así ha sido estudiado por expertos de la Consejería de Cultura- hay restos de una iglesia tardorromana, luego una mezquita califal en tiempos de Almanzor -uno de los más esbeltos minaretes de la época guarda su torre-campanario- y posteriormente convento de la orden franciscana de las clarisas.
Desacralizado en la desamortización de 1868, se usó como cuartel de Infantería y pasó luego a manos privadas, por lo que fue segregado. Casi un siglo más tarde, ya en el franquismo, lo adquirió el Ayuntamiento y se convirtió en el colegio mixto Julio Romero de Torres.
La oportunidad que le brinda este acuerdo entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Turismo puede ser la definitiva para que cordobeses y visitantes disfruten de un paseo por este palimpsesto en clavado en la calle Rey Heredia, núcleo gordiano además de una de las zonas del Casco con más densidad de hallazgos maravillosos. Más de 550.000 euros que habría que gasta de aquí a 2023.
Es el deseo del alcalde adecentar y abrir las puertas del pasado con una intervención que permita su visita y además recupere cada uno de esos vestigios que dan sentido al ‘corpus’ arqueológico de Córdoba.
Después del archifamoso pasaje que dio pie al encontronazo entre Julio Anguita y monseñor Infantes Florido como prelado de Córdoba a cuenta de la posible cesión del convento a la comunidad musulmana para su uso religiosos -«Usted no es mi obispo pero yo sí soy su alcalde»-, fue en 2005 cuando otro gobierno comunista, en este caso el de la holgada mayoría de Rosa Aguilar , intenta rescatar Santa Clara de la mano de la Fundación Caja Madrid.
Firmado un acuerdo entre Consistorio y entidad, se restauraron algunas zonas y se entablaron negociaciones para convertir el inmueble en el Museo de la Ciudad y Oficina del Casco Histórico . Las razones que se esgrimían tenían que ver con el propio pasado del cenobio. La cifra de la que se habló en aquel entonces fue de tres millones de euros, pero aquello no fructificó.
Lo mejor de esa intentona fallida fue, sin embargo, el trabajo que la arquitecto María Teresa Pérez Cano realizó por cuenta del acuerdo una memoria de 77 folios que recopilaba todos los estudios realizados hasta esa fecha sobre el inmueble.
Añadió numerosos planos sobre su evolución, lo que ayuda a hacerse una buena idea de lo que debió ser el convento de las clarisas, de unos 4.500 metros cuadrados, durante los seis siglos en los que estuvo dedicado a ese menester.
Casi una década después, y con el PP en el gobierno municipal, el entonces presidente de la Gerencia de Urbanismo, Luis Martín , volvió a acudir a Santa Clara para revertir una serie de desprendimientos que despertaron preocupación sobre el estado del monumento.
Una intervención sobre la fachada y la propia torre-alminar a la que ahora se le quiere dar actividad, fue a lo más que se llegó, sin ahondar en una intervención global -eran los tiempos más duros de la anterior crisis-.