Contramiradas
Antonio Navarro: «Biblia y Corán no son las dos caras de una moneda»
Es el primer cura experto en islam de Córdoba y uno de los pocos de España, pero no es amigo de los clichés ni tampoco del «buenismo»
Una mañana de 2014, el señor obispo de Córdoba convocó al joven sacerdote Antonio Navarro. Y le hizo una singular propuesta. Dejar su labor como vicario parroquial en la Trinidad para especializarse en asuntos islámicos. La Diócesis carecía de expertos en la materia y necesitaba responder a los retos del diálogo interreligioso, en un contexto crecientemente conflictivo con el otro gran monoteísmo del planeta. A Antonio Navarro , ordenado en 2010, no le disgustaba el ofrecimiento. Y hoy es consultor de la Conferencia Episcopal para el Diálogo Religioso.
¿Y por qué usted?
El obispo me dijo que veía en mí una mente más abierta, con tendencia a viajar y a aprender idiomas. «Conocí a iraquíes y sirios que huían del ISIS , y a iraníes que escapaban de Irán», detalla. Aprendió los rudimentos del árabe, fundamentalmente para estudiar las fuentes, y profundizó en el estudio del Corán y la historia del islam. Meses después, se instaló en Roma, donde se matriculó en la Universidad Gregoriana y cursó asignaturas en el Instituto Pontificio de Estudios Árabes e Islámicos. Hizo su tesis doctoral sobre el pensador renovador del islam Mohamed Talbi y analizó la figura del cordobés Averroes y sus teorías sobre la relación entre razón y fe. Lo primero era conocer el islam sobre el terreno. Agarró la maleta y se plantó en el Monasterio de Charfé, en Líbano , cuya población está dividida casi por la mitad entre musulmanes y cristianos.
¿Y qué relación existe?
Hay una frase clásica de San Anselmo que viene a decir que «la fe busca ser razonada y la razón conocer mejor la fe». Aquello que ha recibido de Dios en la revelación, el ser humano necesita razonarlo con sus propios conceptos. A la vez, la fe ayuda a evitar las enfermedades de la razón. Vivimos en un mundo presuntamente racionalista y estamos en la época de más «fake news» y corrientes de pensamiento radicales.
Fe y razón no son caminos irreconciliables de conocimiento.
En absoluto. Son caminos complementarios. San Juan Pablo II decía que la fe y la razón son «dos alas que conducen a la verdad».
¿Y qué cliché sobre el islam se le ha caído al suelo?
Sinceramente no tenía clichés prefabricados. De hecho, cuando el obispo me propone estudiar islam lo veo interesante porque quiero conocerlo mejor. Los clichés actuales tienen dos vertientes. La primera es la versión buenista: el islam es y siempre ha sido paz, sin concordarlo con ciertas cuestiones problemáticas que tiene su historia, como son las conquistas islámicas . ¿Cómo se armoniza una religión de paz a la vez que se expandió por la guerra? La segunda versión es la del islam es malo, violencia, terrorismo y un pensamiento cerrado. Tampoco es cierto. Y, si hoy en día se ha radicalizado, también puedes conocer un buen número de musulmanes que intentan reinterpretarlo para conciliarse con el mundo moderno.
El prejuicio nace del desconocimiento
Absolutamente. Cuando me proponen dar una charla de islam, ya tengo preparado un esquema que titulo así: « Islam . Conocer para comprender».
¿Y el desconocimiento alienta el miedo?
Sí. Porque el ser humano teme lo que desconoce. Y además tememos aquello que nos han contado que es malo. Y como lo que más se resalta del mundo islámico son los atentados terroristas, pues la gente le tiene miedo.
¿Qué hacemos para combatir la islamofobia?
La solución está en ambas partes. En muchos análisis, se explica en clave «qué malos son los europeos que odian el islam ». También el islam debe preguntarse: ¿por qué tienen esos recelos contra ti?. ¿O si la ley islámica es armonizable con la modernidad? ¿O si de verdad proponemos valores como la igualdad de derechos o la libertad religiosa? En la «sharia» se manda ejecutar a quienes se convierten a otra religión. ¿Eso continúa siendo válido?
El cristianismo también ha sido liberticida y no ha reconocido la libertad religiosa.
Correcto. Y eso es una cosa que también comento a los cristianos para que no piensen que hemos sido perfectos siempre. Por lo tanto, cada religión ha de reformarse. ¿Pero cuál es la diferencia? ¿Quiénes son los referentes del cristianismo? Jesucristo y los Apóstoles, que predicaron pacíficamente. Con el tiempo tendemos a radicalizarnos y excluir los demás pensamientos. En el cristianismo, se dieron esos fenómenos. La pregunta es: ¿la libertad religiosa y la paz vienen de nuestros fundadores? Indudablemente sí. Cuando hablamos del islam reformista, ¿consiste en reformarse a imagen de los primeros musulmanes que conquistaron naciones? Claro que es distinto.
El cristianismo tuvo a su Santiago Matamoros.
Claro. Pero es una creación ficticia, que, con el tiempo, sabemos que no se corresponde para nada con la figura del apóstol Santiago. Pero que Abu Bakr sometió a todas las tribus árabes de Arabia no es una creación legendaria y fue el compañero íntimo de Mahoma . Tenemos pensadores muy interesantes dentro del mundo islámico, como Abd Al Razik, que dice que los primeros califas incumplieron los preceptos del islam porque protagonizaron las guerras de conquista. ¿Qué pasó? Lo expulsaron de Al Azhar, la gran universidad de El Cairo.
Si el cristianismo y el islam son religiones de paz, ¿por qué se han declarado la guerra durante siglos?
¿Qué significa que son religiones de paz? ¿Que todos los que la ejercen viven la paz? ¿Que los preceptos fundamentales y sus referentes son figuras de paz? El cristianismo es una religión de paz en su mensaje, en Jesucristo y en el Evangelio. Pero no lo hemos sido así a lo largo de la historia. El cristianismo ha cometido barbaridades. ¿Por qué? Porque no hemos cumplido nuestros preceptos. En el islam no está tan claro eso. Sus fundadores hicieron conquistas en nombre de la religión.
El Antiguo Testamento está lleno de apología de la violencia.
Y Jesucristo lo reformó y dijo que había traído otra ley distinta. El islam sigue en el Antiguo Testamento . Esa es la cuestión. Mientras que Jesucristo trae la ley del amor, del perdón y de la misericordia.
Un arzobispo español nos alertó de que los refugiados son un Caballo de Troya en Europa. ¿Usted lo cree?
Yo no creo que los refugiados sean un Caballo de Troya pero sí que el wahabismo financia la entrada de inmigrantes en Europa para poder llevar su versión del islam. Cuando se criminaliza a todo el mundo se cae en un error pero también cuando se dice que todos los inmigrantes son fantásticos. España permite que Arabia Saudí financie mezquitas radicales wahabitas. El problema no son los refugiados sino la instrumentalización que quiere hacer el islam político de ellos.
¿Europa está en peligro?
Europa está en peligro no por ningún enemigo externo sino por ella misma: ha perdido su alma y la ha vendido al dinero y a la falta de valores.
¿Cuál es el alma de Europa?
Es un alma cristiana. Y cuando ha querido borrar el alma cristiana en aras de un humanismo sin religión ha perdido también la humanidad. No se trata de recuperar la cristiandad como un ideal del pasado, pero sí que nos preguntemos por qué hemos perdido el alma. El cristianismo ha sido una inspiración durante siglos y sigue siendo válida hoy.
¿Sin cristianismo no es Europa?
Claro que no. Es como si decimos que Arabia Saudí sin islam es Arabia. O la India sin hinduismo. No es que Europa sea el cristianismo: también es la filosofía griega o el derecho romano. Europa es su historia con sus errores, como el colonialismo y el dominio del mundo, y sus virtudes.
Los últimos sondeos del CIS indican que el 40% de la población española no es creyente. ¿Qué está pasando?
Hay muchos factores. Hay materialismo y superficialidad. Mucha gente evita hacerse preguntas. Y ahí no puede entrar la religión . Los errores históricos de la Iglesia magnificados hoy día han creado una conciencia negativa. Existe un prejuicio negativo hacia el catolicismo. No hemos sabido llegar a los jóvenes. La gente evita comprometerse y dentro de las fichas del dominó cae también la religión. Hay una crisis del ser humano.
¿La Biblia y el Corán son dos caras de la misma moneda?
Contienen muchos elementos en común: el monoteísmo y un Dios creador del universo. Existe un patrimonio común teológico y doctrinal, pero no son dos caras de la misma moneda. Son dos obras distintas que persiguen fines distintos.
¿La pandemia nos ha hecho más individualistas?
La pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de nosotros. Ha acentuado las virtudes pero también los defectos.
¿Qué espera de 2022.
Nada. Lo que Dios quiera .
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