«GASTROFERIA»
Consejos para comer bien y a buen precio en la Feria de Córdoba 2017
Hay que huir de platos con salsas y no fiarse de las casetas o puestos en los que las condiciones higiénicas sean dudosas
Comer bien en la Feria de Córdoba es posible, aunque se haya generalizado la idea de que «te dan gato por liebre», y que si quieres acabar con buen sabor de boca y el estómago lleno , debes apoquinar más de la cuenta. A lo largo de los últimos años, la situación ha cambiado y cada vez son más los caseteros que cuidan y se esmeran en ofrecer una propuesta gastronómica que, si bien no destaca por su originalidad, sí lo hace por su calidad.
Varios restauradores cordobeses con una dilatada experiencia a sus espaldas apuntan una serie de recomendaciones para disfrutar de buenos platos durante las jornadas sobre el albero. La primera de ellas es apostar por los platos de plancha y los fritos . Huír de aquellos que incorporen salsas y degustar, igualmente, por las comidas frías, como los ibéricos (jamón y queso).
Así, nada mejor que empezar para abrir boca con un buen aliño fresquito (melva, gambas, papas aliñadas, ensaladilla de la casa...) con una copa de cerveza para mitigar el calor y «regar la plaza». También están los que optan por el fino o la manzanilla desde bien temprano o el clásico rebujit o, que no puede faltar en la Feria.
Para continuar, siempre se puede optar por un plato tan típico de la Feria como es el revuelto de patatas con huevos fritos y pimientos (algunos llevan, además, chorizo). «Y seguir con la tortilla de patatas, pescaíto frito, flamenquines y, como no, una buena ración de salmorejo», señalan las fuentes consultadas.
Para aquellos con una economía más justa, una muy buena opción son unos pinchitos de pollo o cerdo, o unos buenos montaditos , «que saben a gloria a determinadas horas del día». El clásico serranito puede servir para hacer una parada, cargar pilas y continuar la fiesta, y sin que el bolsillo se quede tiritando.
«Todo aquel que pise El Arenal debe saber que los 'comederos' [aquellos puestos que ofrecen precios muy bajos y que suelen ofrecer paellas y pollos fritos] no son la mejor elección : los suelen regentar empresarios que van de feria en feria haciendo caja y, por tanto, la calidad de sus comidas no suele ser la mejor. Además, suelen tener truco y, aunque el reclamo parezca atractivo, al final, te la 'clavan' por otro lado », apunta un hostelero y feriante.
¿El precio está reñido con la calidad? No tiene por qué . «Hay quienes creen que un chamizo puede tener platos más baratos, pero no es así. Aunque está claro que en la Feria hay que pagar el sobrecoste que supone el montaje», aseguran.
A las recomendaciones de profesionales del sector, se suman las de Facua, que recuerda a los consumidores que los precios son libres y pueden variar notablemente de un día para otro, por lo que han de fijarse en las listas de precios, que tanto casetas como locales ubicados alrededor del Real, establecimientos ambulantes y atracciones de la calle del Infierno están obligados a exhibir claramente al público .
En cuanto a los alimentos, «hay que abstenerse de comprar productos en aquellas casetas, bares y ambulantes donde las condiciones de limpieza de los empleados sean dudosas ». Asimismo, Facua Córdoba pide a los usuarios que sean exigentes con las condiciones de conservación de los alimentos , ya que «es su salud la que está en juego».