Sanidad
Condenan a un oftalmólogo por dejar casi ciego a un paciente en Córdoba que quería corregir su miopía
El juez decreta que la cirugía correctora de la miopía causó la situación del enfermo
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El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Córdoba ha condenado a un doctor de una clínica de oftalmología de la ciudad por los efectos de una operación para reducir la miopía de un paciente que derivaron, por problemas en su ejecución, dice la sentencia, en casi la ceguera del paciente.
Los problemas en el desarrollo de las dos operaciones realizadas degeneraron en una ectasia corneal en ambos ojos que le dejaron tremendamente mermada la visión. Solo tiene una mínima capacidad de percibir la realidad por medio de unas lentilas que no consigue tolerar.
La sentencia del caso, que ha sido defendido por el abogado Segundo López Izquierdo, no establece la cuantía de la indemnización, que tendrá que fijarse en pleito aparte. Lo que sí deja claro el fallo, contra el que cabe recurso, es que existe una relación causal entre la forma en la que fue tratado para reducir unas pocas dioptrías y la situación que padece.
Los hechos se remontan al año 2004 cuando el paciente acudió a una clínica de la ciudad interesado en una cirugía correctora tipo Lasik para -4.75 dioptrías del ojo derecho y -5,00 del izquierdo. Es decir, quería eliminar las gafas y las lentillas de su vida .
La técnica, explica la sentencia, consiste en separar de la córnea una capa muy fina (de 120 a 160 micras) que se conoce como ‘flap’. En la zona inferior, que se llama lecho entromal, se aplica el láser con el objetivo de eliminar las dioptrías de acuerdo a un protocolo establecido por los fabricantes y aplicado por los médicos que realizan la operción.
Ectasia corneal
Tras la primera intervención, el paciente comunicó a su doctor que veía borroso y que la visión empeoraba a lo largo del día . Una situación que se repitió, explica la demanda, en las siguientes revisiones. Dos meses después, se realizó una segunda intervención quirúrgica tras la que arranca un periodo de mejoras y recaídas.
Dos años después aparece en los informes médicos la ectasia corneal. La agudeza visual de los informes de la causa es de 0,100 que mejora a 0,200 con unas lentes de contacto que no tolera (antes de la operación era de 1. Se considera ceguera legal por debajo de 0,100 . Aparte de las consencuencias para la visión, el paciente presenta un trastorno ansioso-depresivo. La ectasia corneal que provocó que el paciente quedara en esa situación es un adelgazamiento de la córnea de carácter severo que hace que el ojo pierda su funcionalidad.
La ectasia corneal que provocó que el paciente quedara en esa situación es un adelgazamiento de la córnea de carácter severo que hace que el ojo pierda su funcionalidad
Siempre según la sentencia, cuando se realiza una intervención de este tipo es preciso dejar un margen de grosor de la córnea de 250 micras en el lecho estromal (la zona en la que se aplica el láser). Ahí es donde los informes periciales no se ponían de acuerdo. El aportado por el doctor entiende que la ectasia que causó la ceguera irrumpió en el paciente de forma sobrevenida tras la operación. El aportado por el demandante establecía una causa y efecto entre ambas.
El juzgador ha dado la razón a este último estudio pericial. Lo ha hecho mediante el estudio de los informes médicos de las operaciones donde aparecen los estudios de la córnea y las superficies que fueron ablacionadas durante todo el proceso. Entiende el juez del caso que, tras la segunda operación que se efectuó la al paciente para corregirle la miopía, se superó el margen de seguridad de las 250 micras.
No se respetaron los tiempos mínimos
«En definitiva -dice el fallo-, tras la segunda intervención no se han respetado los parámetros de seguridad indicados por los protocolos médicos y ese es el origen [según señala el perito] de la patología que presenta el actor pues si bien la ectasia puede tener múltiples causas (quirúrgicas, inflamatorias, enfermedades autoinmunes etcétera), en este caso la segunda intervención supuso en severo adelgazamiento de la córnea».
Entiende la sentencia que, aunque ya estuviese latente en el paciente, con un lecho estromal mayor, las posibilidades de desarrollar la dolencia hubieran sido menores.
Afirma el juzgador que entre la primera y la segunda operación no se respetaron los tiempos mínimos de espera para entrar en el quirófano. El fallo asegura que el mínimo es de cuatro a cinco meses y que lo aconsejable son seis meses o más. Entre la primera operación y el segundo paso por el láser, transcurrieron dos meses, según los datos que obran en el proceso que tiene naturaleza civil.
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