CULTURA
Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba: Una final que promete
La primera sesión de la fase final del certamen augura un difícil trabajo para el jurado que decidirá los premios
La primera de las cuatro rondas de opción a premio del XXII Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba comenzó como hace tres años, con la actuación del guitarrista Agustín Carbonell «El Bola» . El madrileño, que es sobrino nieto del maestro Sabicas , repitió la noche del domingo en el Gran Teatro como finalista de un premio que se le resiste en la vitrina, donde cuenta, entre otros reconocimientos, con el Bordón Minero que ganó en la edición del Festival de Las Minas de La Unión de 2018.
Una vez en las tablas rompió el hielo interpretando una rondeña y continuó su actuación entrando de lleno en el terreno del compás con unas alegrías. En ambos casos dando muestras de un estilo muy personal, apoyándose para ello en su principal fuerte: la composición con armonías con aires de jazz y música contemporánea .
Al igual que en las ediciones anteriores, las bases exigen a todos los aspirantes en la modalidad de Guitarra a realizar un toque de acompañamiento al cante y otro al baile con el fin de valorar la versatilidad de cada uno de los participantes.
Llegados a este punto, pudimos disfrutar de unas letras por soleares en la voz de Jeromo Segura , otro artista galardonado con la Lámpara Minera en La Unión en 2013, formando un tándem en el que se vio a un «Bola» cómodo y ceñido al papel secundario que requiere esta disciplina. Por último, en al acompañamiento al Baile, contó con la colaboración del bailaor Alejandro Rodríguez en unas seguiriyas con las que el madrileño se postula como un excelente concertista y una experimentada guitarra de acompañamiento adelante y atrás.
En la final de Baile, quizá la categoría en la que más disputado ha estado el pase a la ronda final, Águeda García de Saavedra fue la primera de sus compañeros en someterse al veredicto del jurado. La bailaora de Nerja, que es la más joven de todos la finalistas de esta edición en su categoría con 24 años, puso en valor sus credenciales desde un primer momento. Primero con un baile por tarantos lleno de fuerza y sobriedad y luego con unas guajiras en las que demostró una excelente técnica en el manejo de la bata de cola y las castañuelas. Se despidió por alegrías, un baile con el que logró conectar con el escaso público que se dio cita en el Gran Teatro gracias en parte a un cuadro de lujo en el que destacaron la guitarra de Juan Capallo y el cante de Pepe Pura y Antonio Campos .
En lo que concierne a la última modalidad a concurso, la de Cante, turno para Enrique Afanador . Trillado en los concursos de toda Andalucía y con un palmarés plagado de premios, el gaditano caldeó rápidamente el ambiente entonándose con una trilla. Con una voz tostada, potente y un gran sentido del compás, brilló en la soleá por bulerías recordando a Antonio Mairena . Completó con el toque de José de Pura una redonda actuación con el garrotín y una tanda de abandolaos en los que destacaron los fandangos de Lucena.
El lunes, a partir de las 20.30 horas, segunda ronda final en la que será el turno del único representante cordobés, el bailaor Hugo López, que actuará junto a la cantaora onubense Rocío Belén y al guitarrista granadino José Fermín Fernández. Una final que promete momentos de duende y un difícil trabajo para el jurado visto el nivel que atesoran este año los aspirantes.
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