EDUCACIÓN
La comunidad educativa de Córdoba, polarizada ante el horizonte de un distrito único para la escolarización
La apuesta de PP y Cs por la libre elección de centros abre la puerta a cambios del modelo, que no variará el próximo curso

El cambio de gobierno al frente de la Junta de Andalucía no supondrá modificaciones de carácter inmediato en el proceso de escolarización infantil que está a punto de arrancar. El Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos ya ha confirmado que el sistema se mantendrá calcado al del año anterior en cuanto a baremos y zonas de influencia para el proceso que arrancará en marzo. Sin embargo, la apuesta por la libre elección de centro educativo ha sido una de las promesas más firmes en esta materia de los partidos del cogobierno andaluz.
Los cambios que están por venir, de los que aún se desconoce el alcance, dividen a la comunidad educativa entre quienes defienden la plena libertad de los padres para elegir el colegio en el que estudiarán sus hijos y quienes creen que esta medida lleva parejas la segregación escolar y la posible eliminación de unidades en la pública.
En la actualidad, el principal criterio rector para la escolarización es de carácter geográfico . La cercanía de la vivienda a los centros educativos de una determinada zona de influencia -en Córdoba son nueve grandes áreas- es el factor de más peso a la hora de asignar uno u otro colegio. La Consejería de Educación , en manos de Ciudadanos con Javier Imbroda a la cabeza, aún no ha definido con claridad su propuesta para futuros ejercicios aunque tiene claro que pasará por despojar al criterio geográfico de ese peso decisivo . Se trata de una reivindicación histórica de parte de la comunidad educativa, sobre todo del sector de la concertada , que podría suponer una amenaza para determinadas unidades públicas que se ven cada año castigadas por una baja demanda de plazas, más aún en el actual contexto de invierno demográfico.
Anillos de influencia
Educación estudia una propuesta a medio camino entre el sistema actual y el llamado «distrito único», que supondría la eliminación de las zonas de influencia en todas sus facetas. Consiste en cambiar la distribución actual, que presenta importantes agujeros en la práctica, por otra más flexible a través de «anillos de influencia» . En teoría, esta medida evitaría agravios que se producen en la actualidad, como que las zonas de influencia sean diferentes para familias que viven en una misma calle, pero la Junta advierte de que sólo es una de las propuestas que se están analizando.
La educación concertada , a la que beneficiarían las medidas que fomentan la libertad de elección de centro, admite dar un tiempo de cortesía al nuevo gobierno para aplicar las medidas prometidas, sobre todo en un campo tan sensible como el educativo, pero exige también que no se distraiga. «El PP ha defendido mucho la libertad para poder elegir colegio y e speramos que no se acobarde ahora », expone Francisco Salcedo, secretario de Escuelas Católicas , que afirma además que con el establecimiento de un distrito único de escolarización se evitarían «fraudes» tan habituales como el de «trampear» el empadronamiento a fin de poder optar a unos u otros centros.
Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) en Andalucía, Antonio Martín Boraita, sostiene que la supresión de las áreas de influencia acabaría con un sistema que « ha sido una forma de fomentar la educación pública a la vez que se perjudicaba a la privada y concertada», afirma. La apuesta, dice, debe ser por una libertad total.
En la misma línea se expresa la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza , FSIE, en palabras de su secretario provincial, Luis Julián Camacho, que pide « garantizar a los padres que sus hijos se educarán de acuerdo a las convicciones morales y religiosas de su elección». Apunta a una reivindicación que también comparten las patronales de la concertada: l a Junta debe ampliar las unidades en lugares donde se detecte una demanda por parte de las familias , especialmente en las áreas de Educación Especial y Formación Profesional.

La postura de los sindicatos que representan a los profesionales de la educación pública es totalmente opuesta . La central mayoritaria en el sector educativo, CSIF, y UGT coinciden en señalar que medidas como la del distrito único pondrían en jaque a unidades públicas , especialmente en zonas rurales y barrios desfavorecidos que pueden acabar convirtiéndose en «guetos» si no se toman medidas para la integración. «Las familias no van a asentarse en zonas rurales si no hay una oferta educativa para sus hijos, y la escuela es la herramienta para que las zonas deprimidas dejen de estarlo», expone Elena García, responsable de Educación en CSIF.
En la misma línea apunta Aurora Ramírez, secretaria del Sector de Enseñanza en UGT Córdoba, partidaria de que el sistema se quede como está: « Corremos el riesgo de que por prejuicios o por la fama de uno u otro centro algunos colegios acaben por suprimir unidades » debido a una baja demanda.
Sea cual sea el sistema que se aplique, lo que los sindicatos exigen al Gobierno andaluz es que no sacrifique unidades en los centros públicos . Tampoco en la concertada , si bien advierten que el panorama actual, con serias carencias en el sistema público y los índices de natalidad lejos de recuperarse, no es propicio a sufragar nuevos conciertos. El secretario General del Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO , Antonio Sánchez, propone mantener el «equilibrio» .
La postura es más radical por parte de la Federación Provincial de Asociaciones de Padres de Centros Públicos, Fapa Ágora . Su presidente, Francisco Mora, sostiene que «no estamos en contra de que existan [los colegios privados], pero sí de que el dinero público se destine a eso», explica. Mora se opone frontalmente al sistema de distrito único ya que dividiría al alumnado por cuestiones socioeconómicas porque «la criba pasaría a ser el dinero que tienen las familias», afirma.
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