INVESTIGACIÓN
¿Cómo trabajan los detectives de Córdoba en la nueva era de Internet y las redes sociales?
Facebook y Twitter son un caladero de información, pero los criminólogos insisten en los problemas
Facebook o Twitter se han convertido en un inmenso caladero de información para los detectives privados. «La mayoría de las investigaciones, hoy en día, no comienzan en la calle, arrancan sentado frente a un ordenador , realizando búsquedas en Google y en redes sociales. Internet es un confidente, fiel e imprescindible, para cualquier detective privado en la actualidad», reconoce José María Cuesta , detective privado.
Hace una década un padre pidió, en este caso, al detective Máximo Aranda , uno de los primeros criminólogos en Córdoba, encontrar a su hijo biológico. En pocas horas, y treinta tantos años más tarde, este montillano vio en su mano, en unas fotos cómo era su familia, quién era su mujer y la cara de sus nietos jugando en el parque. «¿Cómo habéis logrado estas fotos?» se preguntaba el hombre. El cliente poco más, recuerda, que se imaginó que nos habíamos descargado fotos de la cámara de su hijo. «Ni nosotros pensábamos que podíamos obtener en tan poco tiempo tanta información, y fue barata para el cliente porque facturamos por horas», confiesa.
No es una prueba
Ahora las redes se rastrean, insiste Aranda, y encuentran muchos indicios. Pero alerta de que hay que tener cuidado, porque un pantallazo de Facebook o Twitter normalmente un juez no lo tiene muy en cuenta porque no es una prueba en sí. Puede ser un indicio que se obtiene de una forma legal , porque si el perfil es público pues se puede acceder sin cometer delito. Sin embargo, las nuevas tecnologías entrañan un gran peligro, asegura este criminólogo. «Existen medios que antes no existían para hacer un seguimiento ilegal de una persona, pero tiene sus límites. En algunas cosas había vacíos legales pero ahora hay un riesgo. Aunque tú creas que puede ser legal, puedes meter en un lío tanto a ti como al cliente. Como por ejemplo poner un dispositivo de navegación a un coche para saber dónde está en cada momento. Diferente, por ejemplo, es si es de la empresa o de un particular. Eso hay que tenerlo muy en cuenta», matiza.
Un padre logró la custodia de su hija al comprobar que la madre la dejaba en manos de otras personas
En el teléfono existe también posibilidad de que se rastree o se instalen programas espías pero hay que tener mucho cuidado. Es ilegal. «Nos vienen los padres pidiéndonos eso pero se roza la violación de derecho de comunicaciones y lo rechazamos». Precisamente hay muchos menores que han denunciado a sus padres por eso.
Desde las propias redes el detective José María Cuesta detectó casos tan curiosos como el de un joven que estaba de baja por problemas en la espalda que colgó en su perfil de Facebook un vídeo esa semana como costalero en plena «levantá». O el caso de una chica que también estando de baja por problemas de cuello subió a su portal de Facebook una actuación en la que se le podía ver bailando como vocalista de una orquesta . Otros casos son de más calado, como el padre, denunciado por malos tratos, que logró poder ver a su hija (y su custodia) cuando comprobaron que la madre la dejaba continuamente en manos de otras personas para irse de fiesta.