AGRICULTURA
¿Cómo rentabilizar el olivar de secano? Plantando cebada para Heineken
Un proyecto de la cervecera promueve las cubiertas vegetales en los olivares de carril ancho
LA erosión es el principal problema medioambiental del olivar en la Cuenca Mediterránea. Para combatirlo, un proyecto impulsado por la cervecera Heineken con la participación del Instituto de Investigación y Formación Agraria de la Consejería del ramo, Ifapa , apuesta por la implantación de cubiertas vegetales del cultivo de cebada en aquellas explotaciones de olivar más deprimidas situadas en los montes orientales de Andalucía. Se trata de explotaciones ubicadas principalmente en las provincias de Jaén y Granada, con muy baja pluviometría y con más de un 8% de pendiente. No obstante, existen aproximadamente más de 600.000 hectáreas de olivar de calle ancha en Andalucía donde podrían convivir ambos cultivos, mejorando así la rentabilidad agronómica.
El objetivo de esta apuesta es «conseguir una buena cosecha tanto de aceitunas como del cereal base para la elaboración de la cerveza , compartiendo y optimizando el uso de los recursos naturales como el agua y el suelo y obtener un beneficio mutuo». Es decir, «que con el mismo aprovechamiento seamos capaces de sacar adelante un segundo cultivo de cebada sin mermar la productividad del olivar, lo que supondrá un ingreso extra para los agricultores», declara Alejandro Castilla, investigador y coordinador del Ifapa.
El proyecto acaba de recolectar la primera cosecha de cebada cultivada entre olivares, que ha arrojado muy buenos datos desde el punto de vista de producción, aunque «se está a la espera de los resultados de su analítica para determinar su potencialidad cervecera ».
Esta iniciativa, que cuenta con una duración de cuatro años, tiene dos líneas de acción. Por una parte, el ensayo del cultivo de cebada en olivar. Así, la cebada actuará como cubierta vegetal entre los olivos pero «con la diferencia de que en este caso el cultivo se lleva a término y se llega a cosechar», señala Alejandro Castilla, quien añade que «el uso de las cubiertas vegetales en cultivos leñosos es uno de los sistemas más eficaces para mejorar la fertilidad del suelo». De esta forma, la cebada ayudará a la regeneración de los suelos del olivar de secano más deprimido y a mejorar su capacidad de infiltración, facilitando que la tierra absorba más y mejor el agua, minimizando su evaporación.