DICCIONARIO DEL HABLA CORDOBESA
¿Cómo se insulta de manera singular en Córdoba?
Si un cordobés te llama «fartusco», «jeyondo» o «empanao», no le caes en gracia
La riqueza del léxico cordobés no cabe en ningún diccionario de la Real Academia Española. Palabras típicas en Córdoba como el « pego » o la « chominá » se vuelven extranjerismos cuando trascienden las fronteras de la provincia. Alberto Díaz-Villaseñor ha compilado las voces y dichos populares del habla de Córdoba en su libro « Diccionario del habla cordobesa ». Entre sus páginas, el lector, cordobés o foráneo, puede rastrear las curiosidades del habla de los distintos pueblos. También, si la ocasión lo demanda, rescatar tradiciones cordobesas para el noble arte del insulto .
Si un cordobés te llama « fartusco » será que no le caes en gracia. Aunque la palabra puede usarse de forma jocosa, lo normal es que se emplee en tono despectivo para catalogar a alguien que es, sencillamente, falto de luces. Imbécil. Tonto , en cualquier caso. Aunque en su pronunciación coloquial suele sustituirse por una «r», este insulto tan típicamente cordobés procede de «faltusco», que a su vez proviene de «falto» (en este caso, de entendimiento). También se llama «fartuscos» a los « esaboríos », que son gentes carentes de gracia.
Otro sonoro insulto cordobés es « farfollas », una palabra que se utiliza para designar a quien es por lo general bastante inútil y desastroso, que siempre está causando problemas. Esta palabra sí trasciende las fronteras de Córdoba y es usada en otras provincias andaluzas como Granada.
En Córdoba, se llama « jeyondo » (que proviene de «hediondo») a alguien particularmente molesto e insufrible, insoportable. Los «jeyondos» a menudo pueden « meterte la bacalá », o lo que es lo mismo, colarte una mentira. De aquellas personas excesívamente pacíficas, impasibles, que parecen vivir en un mundo paralelo se dice en Córdoba que están « empanás », es decir, que no se «coscan» de nada. Todo lo contrario a los « chominosos », a los que no se les escapa un detalle, y a los « chusmetas », que suben el nivel del « chusmeo » hasta llegar a ser entrometidos y chismosos.
En Córdoba, de alguien que dice muchos «pegos» se dice que es un « parchoso », una palabra que se emplea además para describir a alguien muy tiquismiquis (o « chominoso »). Cada municipio tiene sus insultos típicos. En la Subbética , por ejemplo, se usa « armendruco » para referirse a los «gilipollas»; en Cabra a los torpes se les denomina « gansuminos » y en Los Pedroches se utiliza « galapuchón » para decir que una persona es muy tonta.
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