HISTORIA

De cómo las grandes editoriales trajeron el marxismo a España

José Manuel Cuenca Toribio habla en su nuevo libro del proceso por el que el materialismo histórico llegó a ser dominante

José Manuel Cuenca Toribio, en el patio de la Facultad de Filosofía y Letras RAFAEL CARMONA

LUIS MIRANDA

Hoy parece (sólo parece) arrinconado, pero el marxismo fue en muchos momentos del siglo XX una doctrina política de gran calado. ¿Muerta? En absoluto. El profesor José Manuel Cuenca Toribio , catedrático de Historia Contemporánea de la U niversidad de Córdoba , acaba de sacar a la luz «Marx en España» , que publica la editorial cordobesa Almuzara, en el que muestra cómo las grandes editoriales , propiedad de fuertes empresas, fueron los principales difusores de estas ideas. Cuenca Toribio habla en el libro de cómo llegaron las ideas marxistas en el siglo XIX, y que en los primeros años calaron sobre todo en los ambientes obreros, pero se muestra más interesado en lo que pasó durante el franquismo. Y en Barcelona , que en aquellos años «tenía el movimiento editorial más importante de España ». «La gente comproba muchas enciclopedias y diccionarios, que se hacían en las editoriales barcelonesas», recuerda. Y allí estaban Planeta, el Banco Español de Crédito, el Santander, «que no eran precisamente de izquierdas». Fueron los primeros que se dieron cuenta, con la exportación a América, «de que la cultura bibliográfica era un sector económico de primera».

«Como no se podía explicar en la calle el materialismo histórico , sí se podía decir en las enciclopedias, los libros y las revistas », resume el profesor, que insiste en que Barcelona fue «la capital del marxismo en España desde los años 60». Pone bastantes ejemplos, pero baste uno: José Manuel Lara , el fundador de Planeta, «que era franquista», tuvo entre sus escritores de más confianza «a un marxista ortodoxo», como fue Manuel Vázquez Montalbán , que plasmó el ideal de este pensamiento en su personaje más emblemático, el detective Pepe Carvalho . La revista «Historia y vida» fue creada por el conde de Godó, propietario de «La Vanguardia», y «allí hubo montones de marxistas» lo mismo que estaba Ricardo de la Cierva que Carlos Martínez Shaw . «La derecha más furibunda y el marxismo juntos», relata.

Interés crematístico

¿Idealismo liberal de difundir todas las ideas o interés crematístico , para vender las obras? Según el profesor, más bien lo segundo por parte de las editoriales. Algo que quiere dejar claro es que casi todo el pensamiento respondía a una corriente de «marxismo progresista», más influido por lo que llegaba de Norteamérica , donde esta corriente se expresaba a través de movimientos que pedían el fin de la discriminación racial, el feminismo o el pacifismo. «Allí la izquierda es social, no es comunista », recuerda, para después concluir que aquí se fundió con el marxismo. Penetró a través de «la historia, la filosofía, la crítica literaria y el periodismo ».

«El marxismo penetró a través de la historia, la filosofía, la crítica literaria y el periodismo», insiste

¿Y cómo caló tanto el marxismo si luego no ha tenido aplicación política, si Felipe González renegó de él y tampoco Julio Anguita lo trajo a Córdoba? Según el profesor, ha calado en el ámbito de las ideas y en las universidades , donde este tipo de marxismo progresita, o al revés, es el pensamiento dominante y hasta excluye al resto de corrientes. Por eso queda tan poco del humanismo cristianismo en la cultura española, «y casi todo es del modelo marxista progresista», desde la sociedad hasta el modelo de familia .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación