MUNICIPAL
Cómo escribir en feminista: el Ayuntamiento de Córdoba acepta «miembra» en el uso coloquial
El Consistorio actualizó su guía del español igualitario para los funcionarios con consejos para el uso cotidiano
El Ayuntamiento de Córdoba renovó hace apenas un año la guía interna contra los usos no sexistas del idioma español. Se trata de un trabajo mucho más completo que el anterior que establece una gran cantidad de supuestos de uso diario en el lenguaje administrativo. El documento parte de la base que el género no es solo un hecho gramatical sino, también, una realidad «política y social».
La estrella del documento es el uso del masculino para el género marcado del español. Por ejemplo, referirse a los habitantes de la ciudad como «los cordobeses» (lo que incluye a las cordobesas). El documento reconoce que es un uso de la lengua pero afirma que «el hecho de que esté aceptado no implica que sea un recurso indicado para visibilizar de forma equilibrada a ambos sexos», razón por la cual la Ciudad de los Niños es ahora de los Niños y las Niñas. En segunda instancia, la guía dice no al salto semántico, el uso de un genérico que, posteriormente, resulta ser un masculino. Por ejemplo: «El seguro médico cubre a los afiliados y también a sus mujeres». La guía municipal acepta «miembra» como uso coloquial.
La guía advierte también contra la muy sexista concordancia. Cuando en español han dos sustantivos de distinto género (véase «los trabajadores y las trabajadoras innovadores»), el adjetivo siempre va en masculino genérico plural. Ocurre también con artículos («los hijos e hijas») o pronombres («algunos se presentarán»). La guía establece una serie de estrategias para no incurrir en este español sexista por medio de expresiones que se consideran «inclusivas». Van ejemplos: «quien lo represente» o «Los/as hijos/as».
No a la arroba
La guía para funcionarios municipales advierte expresamente contra las fórmulas de tratamiento sexistas como referirse a una mujer por su estado civil («la señorita Sánchez»), usar el nombre y los apellidos del varón y solo el nombre de su cónyuge («Don Miguel Salcedo Hierro y Doña Concepción») o usar «la relación de dependencia» («la esposa de Tébar»). Pide que no se identifique a un cargo con los términos «mujer o mujeres». Acepta la barra («hijos/as!») pero dice «no» a la arroba («ciudadan@s»).
En general, se pide a los funcionarios que no marquen el género («Cada solicitante» por «los solicitantes») modificando las estructuras gramaticales («se les identificará» por «serán identificados»). La guía está dotada de un anexo donde los funcionarios (y funcionarias) del Ayuntamiento de Córdoba pueden encontrar soluciones para sus usos sexistas diarios. Por ejemplo, «la totalidad» por «todos»; «la tennencia de alcaldía» por «el teniente de alcalde»; «la persona elegida» por «elegido»; «entidad o persona proveedora» por «el proveedor»; «quienes se beneficien de las subvenciones» por «los beneficiarios de la subvención». Entre otras muchas alternativas.
Para consultar la guía de un modo íntegro pulse aquí .
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