TRIBUNA LIBRE
Comisario Paco Jurado
Ejemplo de la pérdida que sufre la Policía cada vez que un profesional así se jubila
El comisario de Policía Nacional Francisco J. Jurado Parra se nos jubiló ayer. Con él se van 44 años de historia de la Policía Nacional. Ingresaba en el Cuerpo General de Policía en septiembre de 1975 en la Jefatura Superior de Policía de Cataluña , desarrollando la mayor parte de su trayectoria profesional en su ciudad natal, Córdoba , llegando a ser inspector jefe en 1995 y comisario en 2010 , donde fue adscrito a Jaén como jefe provincial de Operaciones durante dos años, para regresar a Córdoba y concluir su carrera profesional como Jefe Provincial. Entre sus reconocimiento destacan tres cruces al mérito policial, una con distintivo rojo y dos con distintivo blanco, la cruz con distintivo blanco de la Guardia Civil y la de la Policía Local de Córdoba.
Pero hoy no quiero hablarles del policía que hay detrás de Paco Jurado, principalmente porque no hay palabras suficientes para definir su magistral calidad profesional. Quiero que conozcan a la persona y entiendan la gran pérdida que sufre la Policía cada vez que un profesional de este calibre se jubila, y lo cuento en primera persona.
Vivir por y para la Policía
Conocí a Paco Jurado en 1998 cuando hacía mis prácticas de inspector de Policía Nacional en Córdoba y él era jefe de Grupo de Estupefacientes . Vivía por y para la Policía, tan pronto estaba en la calle haciendo un seguimiento, como escuchando un teléfono, transcribiendo una conversación, en el Juzgado solicitando una intervención o tomando unas cervezas a las 10 de la noche con los policías que ese día habían trabajado 15 horas seguidas y planificaban el servicio del día siguiente.
Paco Jurado es el claro ejemplo de un policía integro, una y otra vez me ha repetido, lo importante es dormir tranquilo, saber que lo que has hecho es lo correcto. Trabaja con pulcritud, imparcialidad, sé perfeccionista y con lealtad, pero no una lealtad cualquiera, lealtad a la Policía Nacional y a España , porque no debiéndole nada a nadie tu lealtad está intacta.
Familiaridad y cercanía
Es un marido, un padre, un abuelo, un amigo... Una gran persona, humilde y sencilla. Quienes lo hemos tenido como jefe directo conocemos de su implicación, su familiaridad y su cercanía. Ahora te ha llegado una nueva etapa, la de disfrutar de tus nietos, colaborar con tus hijas y ayudar a Pili, tu mujer, que sin acudir a estereotipos, es una gran mujer que ha estado detrás en cada paso de tu carrera profesional apoyándote y consolándote cuando las cosas no han ido como esperabas.
Sólo me queda darte las gracias por todo lo que nos has enseñado, por inculcarnos a fuego esas palabras que tanto te gusta repetir: «Servicio, dignidad, entrega y lealtad». Y recuerda que la jubilación no es el final de tu carrera profesional, si no el comienzo para recuperar el tiempo que le debes a tu familia, amigos y a ti mismo. Espero que te sientas orgulloso de nosotros, tus amigos y compañeros, porque nosotros nos sentimos honrados de tu amistad y orgullosos de haber estado a tus órdenes.
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José Luis Delgado es comisario del Cuerpo Nacional de Policía.