Naturaleza
Comienza la berrea en Córdoba, otro reclamo turístico
El periodo de celo de los ciervos se encuentra ahora en su apogeo y durará hasta mediados del mes
La berrea no es ya solo el reclamo sexual que utilizan los ciervos para el apareamiento en esta época del año, sino que se ha convertido en un atractivo turístico añadido de los municipios de la Sierra de Córdoba.
Las primeras lluvias de otoño suelen marcar en la provincia de Córdoba la temporada de berrea en la Sierra. Con la corona afilada, los venados macho sólo piensan en procrear y se retan unos a otros, a base de prolongados berridos que se escuchan a kilómetros de distancia, por conseguir el mejor harén y repartir al máximo posible su material genético.
Un magnífico espectáculo que despierta curiosidad hasta el punto de que ya hay empresas en la comarca del Alto Guadalquivir que se dedican a realizar visitas guiadas con biólogos profesionales que explican en qué consiste este fenómeno.
Ahora mismo, en Sierra Morena la berrea está en su apogeo y así va a continuar hasta mediados de octubre, aunque según explica a Efe Pedro Pérez, biólogo y naturalista de la zona de Montoro , depende de la altitud a la que estén los animales.
«A mayor altura sobre el nivel del mar comienza más temprano para que cuando las ciervas den a luz a sus crías, ocho meses después de haber sido preñadas, haya abundancia de pasto y generen más leche», explica Pérez.
Peleas entre machos
En esta época los machos ni siquiera comen, sólo pelean y cubren hembras , por lo que se debilitan y hay «un porcentaje que mueren, bien por las heridas que les pueda causar un rival en la lucha o bien porque sus defensas naturales del sistema inmunitario bajan en exceso y son víctimas de enfermedades como la tuberculosis ».
Los visitantes pueden contemplar durante esas semanas situaciones de todo tipo, desde grandes venados que corren alrededor de un grupo de hembra s no sólo para evitar a otros machos, sino para que alguna de ellas no se escape o mantener dentro del grupo algunas que hayan podido ir incorporando, hasta el cálculo mental que realizan los rivales antes de retarse.
Pérez reconoce que ahora hay muchos más ciervos que hace unos años, principalmente por la ausencia de su depredador natural que es el lobo, por lo que «el único que les queda es el hombre y, salvo por los furtivos, la caza está muy regulada».
Por otro lado, las fincas cercadas para hacer del sector cinegético un negocio de carne y trofeos concentran cada vez más animales en su interior, lo que no deja de ser contraproducente por razones de endogamia y de mayor exposición a enfermedades infecciosas.
Furtivos
El furtivismo es bastante común en época de berrea, de tal forma que aumenta la contratación de guardas que se mueven de un lado para otro no sólo para controlar a cazadores ilegales, sino también para espantar al interior de las fincas a los ciervos con cuernas de «medalla».
Todo eso ha hecho que la berrea sea un importante foco de atracción de visitantes y desde hace unos quince o veinte años son muchas las personas que acuden a ver el espectáculo que «empieza a parecerse una auténtica romería », explica Pérez.
«Está claro que es un sector turístico emergente en la comarca », ha afirmado el biólogo, por lo que rutas para contemplar a los animales de cerca o para realizar safaris fotográficos son una buena salida para montar nuevas empresas
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