Comerciantes y hosteleros piden al Cabildo lo que ellos no quieren

Hosteleros y comerciantes suelen caer en la contradicción de reclamar a otros lo que no se aplican a sí mismos. Así, ayer mismo, un comunicado firmado al alimón entre Córdoba Apetece, liderado por Alberto Rosales; la Asociación Provincial de Hostelería (Hostecor), presidida por Francisco de la Torres; y la Federación Provincial de Comercio «Comercio Córdoba», que preside Rafael Bados, consideraba «que la Mezquita-Catedral debe incorporarse a la necesaria adecuación de horarios de visitas de los monumentos y museos para atender el perfil del visitante a la ciudad».

En este sentido, las tres asociaciones ven necesario que se acometa en el conjunto de la provincia un diseño «coordinado y consensuado» de la oferta turística, que implicaría un incremento de propuestas en base a la calidad y sobre aspectos culturales, gastronómicos y medioambientales perfectamente adaptado a las demandas de los visitantes.

Algo que ya se solicitó al Ayuntamiento con sus cinco museos y a la Junta, con Medina Azahara y la Sinagoga. En concreto para la Mezquita-Catedral, el trío propone un cierre parcial entre las 13.30 y las 17.00 horas , para prolongarlo después hasta la noche, además de «animar al Cabildo» a que el Patio de los Naranjos permanezca accesible hasta medianoche.

Curiosamente, en 2013 cuando el Ayuntamiento planteó ampliar a Jesús y María, Conde de Gondomar, Concepción, Cruz Conde o Ronda de los Tejares la liberalización de horarios comerciales más allá de lo que se dio en llamar «zona turística para liberar el horario en los comercios», es decir el entorno de la Mezquita-Catedral, el comercio de cercanía se negó . De igual modo, resulta muy difícil ver restaurantes y bares abiertos a determinadas horas en días lectivos.