URBANISMO
Las claves de la batalla de los veladores en Córdoba
Los nuevos criterios del Ayuntamiento hacen prácticamente inviable buena parte de las terrazas que se instalan de forma ordinaria en la ciudad
![Una mujer pasea por delante de mesas y sillas colocadas junto a la Puerta de Almodóvar](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2017/09/20/s/claves-veladores-tres-kD6E--1240x698@abc.jpg)
EL rechazo frontal de los empresarios de la hostelería, unidos desde este lunes a la causa de Hostetur —la única organización del sector asociada a la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO)—, a la vuelta de tuerca que la Gerencia de Urbanismo pretende darle a las restricciones para los veladores se basa en la certeza de que la norma no favorece la convivencia con los vecinos y los peatones en general sino que es claramente lesiva, a juicio de los propietarios de los establecimientos de restauración, a sus intereses económicos. La experiencia acumulada durante años, si no décadas, de atención al público y el respeto a los derechos de los ciudadanos avalan, en su opinión, la enmienda a la totalidad de los denominados «criterios complementarios» a la norma municipal que regula las mesas y las sillas en la calle. ABC ilustra a continuación el punto de vista de los hosteleros sobre los puntos más polémicos de la nueva norma.
1. Los metros cuadrados
La Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) , en manos de Izquierda Unida, pretende que la superficie máxima para un velador sea de 100 metros cuadrados como criterio general a excepción de en el casco histórico, donde establece 74 metros cuadrados. El Ayuntamiento regula, además, el número de mesas y sillas en cada uno de los casos: 25 mesas y 100 sillas en las zonas sin protección patrimonial por 15 y 60 en las que sí la tienen. «No tiene sentido que nos digan los metros cuadrados y luego cuántos veladores podemos poner: queremos que esa última variable nos la dejen a nuestro criterio», suscribe el dueño de un bar de la calle Blanco Belmonte, en pleno centro histórico.
Clientes de los bares de la plaza del Zoco, en Poniente- ARCHIVO 6. Cuidado a los monumentos
Las restricciones no sólo afectan a las zonas bajo una protección patrimonial concreta, sino a todos los elementos artísticos singulares, tales como fuentes, esculturas o árboles de catalogación especial, «cuyo entorno se mantendrá libre de toda ocupación de forma que se permita su adecuada contemplación y no existan obstáculos para el acercamiento, uso y disfrute libre de ellos», dicen los criterios municipales. Las terrazas que entran en contradicción con esta regulación que al sector le parece excesiva son multitud: sirva de ejemplo la de la plaza de Jerónimo Páez, junto al Museo Arqueológico, en el que las mesas y las sillas dejan ver el caño de agua ornamental y no suelen ser un impedimento para llegar a él, pero... ¿Hasta qué punto será flexible Urbanismo en este tipo de casos?
7. La mitad de la acera
La reglamentación que tiene en mente Urbanismo dice que en una acera al uso —de una anchura superior o igual a los 4,6 metros— los veladores no ocuparán más de la mitad de ese ancho, de manera que haya una franja de 1,8 metros «de itinerario peatonal junto a la fachada que esté libre de cualquier tipo de obstáculos». Además, el Ayuntamiento no permite más de dos filas de mesas y sillas con criterio general. Esta norma es de difícil aplicación en la avenida de Barcelona, por ejemplo, donde el carril bici se lleva además una parte no pequeña de la acera. El sector pide que se revise.
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