Memoria de Córdoba
Claveles rojos para recordar al IV califa de Córdoba, Manolete
El homenaje recuerda los 72 años de la muerte del torero cordobés tras una cogida en Linares

«Que no suenen los clarines, que se doblen los capotes, que se plieguen las muletas, que se funden los estoques, que ha muerto Manuel Rodríguez», recitó la actriz cordobesa Charo Flores en el 72 aniversario de la muerte de Manolete , una leyenda taurina.
Fue un 28 de agosto cuando el torero recibió en Linares la cornada de «Islero» que supuso el final del diestro. Una de las figuras más icónicas de Córdoba, según Ladislao Rodríguez «Ladis», fotógrafo y organizador del homenaje al torero. «El mejor embajador de nuestra tierra», sentenciaba.
El cementerio de Nuestra Señora de la Salud acogió a una treintena de personas que quisieron recordar al ilustre personaje. Fue Romy Gónzalez , hijo de Guillermo (amigo íntimo y mozo de espadas del torero cordobés), quién relató al público las anécdotas más personales de Manolete.

Entre las más interesantes y curiosas, contó cómo el diestro cuando le tocaba torear en una plaza «de tercera», le aconsejaron que no se arrimara mucho a «la bestia» y se reservara para las plazas más grandes . Manolete, dijo, respondió que él iba a cobrar lo mismo en una plaza que en otra y el público había pagado para verle desafiar al animal .
«De ojos tristes, delgado y muy educado», le describió Gónzalez. «En su presencia no se podía hablar mal de ningún compañero de profesió n», relataba. Asimismo, los que más le conocieron y tuvieron un trato cercano con él afirmaron que también tenía mano para la agricultura y el campo y por eso se hizo con dos terrenos en la ciudad.
El cuarto califa , como se le conoce en el mundillo, se estrenó como novillero el 16 de abril de 1933 en la plaza de toros de Cabra (la más antigua de la provincia), junto a Juanita Cruz. Su presentación de luces en Córdoba fue el 12 de agosto de 1933 en una corrida nocturna junto con Bienvenido Sánchez, Niño de Palma del Río y Antonio Flores. Ahí comenzó la carrera de «Manolete» , contó Gónzalez.
Asimismo, recordó que Manolete tenía muy pocos amigos y que con los años, el círculo fue cada vez más exclusivo . «Y quiénes tuvimos el privilegio de conocerle, aprovechamos estos momentos para contar cómo fue realmente», apuntó.
En el día de ayer también se recordó que Guillermo Gónzalez, el mozo de espadas, a la muerte del diestro fue cada día de su vida a depositarle una flor y rezarle un Padre Nuestro lo que reflejaba «el sentimiento y la admiración de estos dos buenos amigos», explicó Rodríguez.
En ese recuerdo el encargado de depositar el primer clavel era el torero Rafael Flores , conocido como «El Pesca» . Por motivos de salud, fue su hija quién después de recitar el poema dedicado al torero, realizó el acto floral seguida del resto de asistentes al homenaje que también le acompañaron.

Por otro lado, también quisieron depositar un ramo representantes del Ayuntamiento de Córdoba , como los concejales Marian Aguilar y Antonio Álvarez y también el presidente de la Federación de Peñas , Alfonso Morales. Al igual que trabajadores del cementerio donde se celebró el evento y está enterrado Manuel Rodríguez.
«Oigo la piel de tu muerte, que no suenen los clarines, que se doblen los capotes, que se plieguen las muletas, que se funden los estoques. Que del cielo, el sol ya no alumbre en el ruedo, que la arena desierta ya va camino del cielo. Que lloren por los balcones, los más negros gallardetes, que a muerto Manuel Rodríguez. Señores que a muerto Manolete», con estas palabras finalizaba la actriz Flores el acto que recordó la figura del torero y que tuvo su réplica nocturna en la plaza de los Condes de Priego .
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