Cinco años buscando a Francisco Bonilla en Cabra

El próximo 13 de abril se cumplirán cinco años desde la extraña desaparición del egabrense Francisco Bonilla Chacón . Un hombre de complexión fuerte y de estatura media de 68 años de edad por aquel entonces (hoy en caso de seguir con vida tendrá 73), cuyo rastro se perdió sobre las 4 de la tarde del día de su desaparición, un lunes, cuando se le vio por última vez en su huerta, tras haber estado comiendo con su hermano.

Los testimonios que desde el primer momento pudo conocer la Guardia Civil es de habérsele visto hablar con dos hombres en dicho lugar. Desde entonces nada más se ha conocido y eso que tras denunciarse su desaparición se puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda en el que participaron desde guías caninos especializados en rastreo de la Unidad Canina de la Dirección General de la Policía Nacional , un helicóptero policial -que realizó labores de visualización aérea-, hasta un dispositivo georradar, aparte de los centenares de voluntarios que batieron el amplio término municipal egabrense, peinando fincas, buscando en el interior de pozos, cauces de arroyos y del Río Cabra e incluso, llegaron hasta bajar a las entrañas de la Sima legendaria que nombrara Cervantes en El Quijote y por si fuera poco, también recorrieron los bomberos la bóveda del soterrado arroyo de La Tejera que discurre bajo una parte de la ciudad. Todo ello sin resultado. Y es que durante meses, se mantuvo la búsqueda activa en cuya investigación los agentes de los distintos cuerpos de seguridad implicados interrogaron a testigos y personas del entorno de Francisco Bonilla, aunque sin obtener pistas lo suficientemente sólidas para dar con su paradero. No trascendieron noticias de detenciones ni registros , salvo los relacionados con la propia finca e inmediaciones y la casa del desaparecido.

El tiempo fue pasando pero el empeño de la familia para obtener respuestas no ha cesado. De hecho, dos años después la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir procedió a desbrozar la maleza que cubría el cauce del arroyo de El Chorrillo, que discurre en las inmediaciones de la huerta de Bonilla para así poder inspeccionar la zona a pie, ya que durante las batidas de búsqueda no pudo realizarse debido al estado que presentaba el curso fluvial, aunque sí se realizó el rastreo con los canes. Una segunda búsqueda que tampoco arrojó resultados. Aún así, la familia persiste y cada vez que tienen la oportunidad siguen solicitando a las autoridades que el tiempo no haga caer en el olvido la causa y se siga investigando la desaparición . Como muestra de tal persistencia, todos los últimos lunes de cada mes, en la puerta de la Casa Consistorial se desarrolla desde hace 5 años, en los momentos previos a cada sesión plenaria, una manifestación silenciosa en la que miembros de la Corporación Municipal, familiares y amigos reivindican su búsqueda con una pancarta que dice: «No te olvidamos Francisco Bonilla. Mantenemos la esperanza».