Municipal

El cierre del plan turístico de Córdoba evitará un castigo económico por su baja ejecución

Las partes tienen que realizar aún la liquidación de las cantidades

Obras de la torre de la Inquisición del Alcázar Álvaro Carmona

Rafael Ruiz

El carpetazo al Plan de Grandes Ciudades no ha sido una decisión adoptada voluntariamente adoptada por la Junta y el Ayuntamiento de Córdoba sino el mal menor ante lo que podía ocurrir. En el supuesto de una muy baja ejecución, el convenio original establecía una penalización económica a la institución municipal que tendría que haber reintegrado la totalidad de los fondos usados hasta la fecha. La última prórroga acordada acababa en agosto de este año y, en ese plazo, era inviable acabar proyectos financiados como el Templo Romano o el Convento de Regina .

En esas circunstancias, explica la delegada de Turismo, Purificación Joyera (Cs), se optó por una salida que hiciese el menor daño posible. Dar hasta agosto para terminar la obra civil y el proyecto museográfico de la Torre de la Inquisición , darle muerte al convenio firmado en 2014 y empezar a trabajar en un nuevo acuerdo de cara al año 2021. Esta vez, se supone, con la experiencia aprendida de que no es posible firmar un acuerdo a dos años de lo que tarda mucho más en desarrollarse.

La historia se repite: el Plan de Excelencia se aprobó en 2001 y estuvo ocho años en marcha

Las últimas prórrogas concedidas al convenio han sido una suerte de periodo de gracia sobre el que hubo un fuerte debate en la Consejería de Turismo de la Junta. En la última etapa de gobierno del PSOE en San Telmo, se reiteraba que no era jurídicamente viable mantener vivo un acuerdo que era imposible de desarrollar en unos plazos ciertos. El Ayuntamiento nunca trabajó con unos plazos que se acercasen mínimamente a lo que se pactó en su día. La prueba del nueve es que lo que se pensó realizar en dos años ha tardado seis en no hacerse. Una comisión establecerá en los próximos meses las liquidaciones exactas del acuerdo entre las partes.

Existe un problema de memoria histórica en este punto. El Plan de Grandes Ciudades tuvo un precedente hace casi dos décadas que se llamó el Plan de Excelencia Turística . Funcionaba de forma muy similar con una salvedad: estaba financiado a tres bandas porque el Gobierno central ponía dinero en un programa estatal de mejora de los destinos. Movilizó 975 millones de pesetas. Se aprobó en 2001 con una duración de cuatro años y no se pudo cerrar hasta el 31 de julio de 2009. De todo lo que se movilizó aún hoy existe un programa que sigue vivo. El dinero del PET fue lo que pagó la infraestructura técnica y el diseño de la visita nocturna a la Mezquita-Catedral que se comercializa bajo el nombre de «El Alma de Córdoba».

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