El Norte del Sur

Cierre

Los bares tiran la toalla. La ruina les sobrepasa

Protesta de hosteleros Valerio Merino
Rafael Aguilar

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El bar de debajo de casa ha renunciado al espacio para veladores y donde antes había mesas, sillas, gente bebiendo, hablando, fumando, confesándose, odiándose, queriéndose aparcan ahora coches y motos. En la tienda del desavío y de los despistes hay ya un estante lleno de turrón, de mazapán y de mantecados y el montón de dulces apenas baja de un día para otro. En la gran superficie entre Fidiana y la salida a la autovía venden televisiones a precio de saldo. «Ahora es el momento, aproveche. Disfrute del cine en su casa», dicen.

Dos mil personas se concentran en el centro de la ciudad para pedir ayudas para los bares y los restaurantes. «Vamos directos a la ruina», insisten. «La hostelería ha muerto», informa un cartel -ay, los carteles- pegado en la cristalera de una taberna de La Ribera, a un paso de la Cruz del Rastro.

El esqueleto de las luces de Navidad está montado en San Andrés, vi el miércoles o el jueves a los operarios en la grúa para colocar los adornos eléctricos al lado del Instituto Góngora. La calle es más oscura, más triste, desagradable y áspera como la soledad antes de que den las diez, no hay un alma, nada abierto, pasa un coche de policía, un hombre se me acerca en Colón: «Jefe, la gasolinera ha cerrado ya: ¿sabe dónde puedo comprar tabaco a estas horas, aunque sea de contrabando?».

Al rato Bittori va a la tumba de el Txato , anda como una mujer muy cansada; su amiga de no hace tanto le riñe al santo en la iglesia del pueblo: «Ignacio, a ver por qué no me lo sacas de la cárcel, que mira que yo también sufro». El obispo de Bilbao , bien conocido en Córdoba, suspende de sus funciones a un sacerdote de su diócesis que relativiza el terrorismo de ETA. Marlaska ordena el traslado a Pamplona del etarra que cumplía condena en Alcolea por intentar matar al Rey Emérito en Palma.

«La gente sale menos a la calle y compra menos libros», se queja Ana Rivas, la librera de La República de las Letras , que tiene por amigo de la casa a Edu Galán , que ha escrito «El Síndrome de Woody Allen», y que intercalo con los «Episodios Nacionales». Galán va al mismo ritmo, por el 2 de mayo: cuelga en Twitter una cita de Galdós, que «la turba bramaba coraje, su salvaje resoplido me causaba terror». «Blanco y Negro » dedicó su portada a Romero de Torres el 18 de mayo de 1930. Lo veo en una exposición al aire libre en La Ribera. «Córdoba ha muerto», titula.

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