Chapu Apaolaza defiende en Córdoba los toros como un «modelo de libertades»

E l periodista vasco Chapu Apaolaza (San Sebastián, 1977) disertó este jueves, 12 de mayo de 2022, en el marco de la actividad Los Patios del Taurino sobre la realidad de la Fiesta Nacional , su presente y su futuro. El comunicador defendió que el toreo, en la actualidad, es una afición que «lejos de pensar que era la sociedad la que debía defenderla, ejerce como defensora de la propia sociedad», en alusión a que ejerce como de «vínculo reivindicativo de primer orden».

El periodista, columnista diario en Onda Cero y articulista en prensa escrita, sostuvo que «la tauromaquia tiene un valor que va más del propio hecho taurino y de todo lo que representa. Va más allá del ejercicio artístico , económico, del ritual y de la diversidad que protege», apuntó. En esas, argumentó que la fiesta «sostiene unos valores que van más allá», aludiendo a que, en su papel como portavoz de la Fundación Toro de Lidia (FTL ), «estábamos pidiendo a la sociedad que protegiera a la tauromaquia cuando es la tauromaquia la que proteja a la sociedad, por su carácter de pervivencia y por lo que significa por sí misma».

El periodista , que aprovechó su visita para alabar la función de quienes defienden el toreo y la belleza de la ciudad cordobesa, matizó que hay que asumir que «que los toros son un asesinato, como quieren hacer ver las fuerzas antitaurinas» constituiría un hecho implícito, el del «derecho a la vida de los astados, un derecho que no tienen otros animales» y que sería la antesala para que lo tuvieran. Apaolaza barruntó que eso sería «conceder el mismo valor a un animal que a un ser humano» y que se trata de «una frontera» que no comparte.

Así, analizó que ese hecho puede hacer que la gente comience a hacerse «preguntas atroces», citando ejemplos reales de personas que «se han atrevido a pensar si de un incendio en algún lugar sacaría antes a tu perro o a un desconocido. La mía es que no acepto esas cuestiones ni para mí ni para mi familia ».

En este sentido, contextualizó que «si se cierran las plazas de toros , lo siguiente serán los restaurantes» al entender que el movimiento animalista pretende «despreciar la superioridad del ser humano sobre el resto de las especies».

En su argumento, manifestó que ser taurino «no solo representa la lucha del animalismo contra el humanismo», sino que simboliza «la lucha de la libertad contra la censura» en una sociedad donde «da la sensación de que unas gentes no pueden hacer cosas que a otros les molestan, desde el respeto. Ser taurino es un ejercicio y un modelo de libertad. Es el mayor ejercicio de libertad del que somos capaces en la sociedad actual», concluyó el escritor y periodista en su conferencia.