APUNTES AL MARGEN
¿Un caso de éxito?
La empresa que ha presentado el proyecto de un espacio logístico junto al cortijo del Álamo lleva dos años intentando que Urbanismo inicie la innovación del Plan General
Este diario que tienen ustedes entre las manos informó el pasado mes de julio de 2016 de que una empresa, llamada Prourban El Álamo, había adquirido los terrenos anexos a la nave industrial de Polímeros Gestión Industrial (propiedad inicialmente de la empresa metalúrgica Remosur) , con el objetivo de crear un espacio de grandes parcelas de medio millón de metros cuadrados . A finales de esta semana, la sociedad mercantil pudo por fin registrar su propuesta de innovación tras un larguísimo proceso de negociaciones con la Gerencia de Urbanismo y advertir a todos los grupos municipales de que el proyecto merecía la pena . Quedan por delante muchos meses hasta que se apruebe la innovación del Plan General, el plan parcial, los correspondientes estudios de detalle y, en su caso, las licencias de obra.
La presentación del proyecto es una gran noticia, muy positiva, que tiene una historia detrás. Los promotores de la propuesta han trabajado como leones para vencer las resistencias y negativas de Urbanismo que no han sido pocas . Aunque ahora todo parezca estupendo y los discursos políticas digan que se apoya el proyecto hasta el fondo, la realidad es que la Gerencia tuvo serias dudas sobre la creación de suelo industrial de nueva calificación . Siguiendo el manual del acuerdo de investidura, los partidos que conformaron la actual mayoría absoluta municipal consideraban que ya hay suelo de sobra con la calificación correspondiente y estimaban que lo que había que hacer es derivar los proyectos empresariales privados que llegaran a esos emplazamientos. Si recuerdan, se llegó a plantear una iniciativa de descalificación de terrenos que, por su dificultad técnica y consecuencias económicas , habría sido sumamente lesiva para los intereses municipales , que habrían corrido con las indemnizaciones correspondientes. Será uno de los grandes blufs de este mandato, que atesora tanta cortina de humo y tan poco éxito demostrable .
El problema es que la actividad logística no se rige por los mismos cánones que el resto de cualquier actividad productiva. Precisa de parcelas muy grandes, apartadas de otras actividades minoristas y con acceso directo a infraestructuras de comunicación . Urbanismo demoró conscientemente la marcha del proyecto pese a que interlocutores acreditados, como la Confederación de Empresarios de Córdoba, movieron Roma con Santiago para evitar que los promotores tiraran la toalla por la posición del organismo municipal. Felizmente, no lo han hecho demostrando una paciencia y una tenacidad loables.
A falta de cuestiones públicas de interés para el tráfico de mercancías, la propuesta empresarial en curso es una idea realista, con posibilidades de salir adelante y el apoyo expreso de empresas especializadas en la comercialización de terrenos. Pero han sido dos años y pico de gestiones para convencer al gobierno municipal. Los socios del cogobierno están ahora dándose codazos para ver quién presenta más logros en menos tiempo. Los antiguos reparos sobre operaciones empresariales se han vencido por las urgencias preelectorales y los informes pagados con dinero municipal que aseguran que Córdoba, nodo de mercancías y tal, no tiene ni un solo metro cuadrado disponible que responda a las necesidades objetivas del sector.