Montaje de casetas
Feria de Córdoba 2019 | Un mes de trabajo para una semana de diversión
Los operarios se afanan en terminar el montaje de los recintos durante mayo
El recinto ferial del Arenal bulle de actividad cuando aún faltan diez días para los primeros fuegos artificiales. No hay barras, ni cocheros ni trajes de corto, sino cuadrillas de operarios, camiones y mucho material de construcción . Los propietarios de las casetas se afanan en montar sus recintos, y la mayoría tienen que hacerlo desde cero. Ayer mismo prácticamente todas las casetas estaban en marcha, algunas más avanzadas que otras, ninguna terminada . El montaje de una caseta requiere entre dos y cuatro semanas de duro trabajo para apenas ocho días de diversión.
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En la caseta de la Casa de Sevilla su presidente, Tomás Hermán , se encontraba al pie del cañón vigilando y arrimando el hombro en las labores de montaje. Comenzaron sus trabajos a principios de mayo, «y aún nos queda una semana de trabajo por delante», asegura Hermán. Su caseta es de las grandes: 700 metros cuadrados con 200 metros de exterior que conforman un patio que habrá que decorar cuando llegue el momento.
En la Casa de Sevilla, una de las casetas que hay que montar desde los cimientos, « trabajamos ocho o diez personas todos los días, aunque los fines de semana libramos», asegura el presidente de la asociación. El mayor problema con el que se han encontrado es el montaje de los cerramientos exteriores , que a veces no encajan.
En la caseta Abril , de la Asociación Carnavalesca, los problemas son otros. El recinto, en la calle Guadalquivir, cuenta con muros y paredes permanentes, lo que facilita el montaje. Pero este año han decidido reordenar todo el interior, asegura Álvaro Mansilla , uno de los miembros de la asociación, lo que les ha obligado a «empezar a trabajar desde las Cruces, y todavía nos quedan casi dos semanas. Terminaremos prácticamente el mismo día en que empieza la Feria».
En la caseta Abril lo más complicado es montar la carpa interior , la electricidad, la pintura, el arreglo de los baños y, más adelante, la instalación de los aires acondicionados, botelleros y la decoración. Para tenerlo todo a punto «trabajamos ocho o diez personas, y vendremos los fines de semana , al menos los sábados, si nos retrasamos».