25 ANIVERSARIO DEL CASCO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
El Casco Histórico de Córdoba certifica su progreso con el reto de mantener la esencia
El análisis de sus fortalezas y desafíos revela la despoblación y el abandono de edificios como principales lastres
Las designaciones de Patrimonio de la Humanidad se celebran un día, pero es necesario evaluarlas cuando el pasa el tiempo y los bienes y lugares que protege la Unesco comienzan a cambiar y a mejorar. Córdoba no ha dejado de sumarlos en los últimos años, pero uno de sus títulos, el del Casco Histórico, cumplirá el próximo martes 25 años . Desde aquel diciembre de 1994 en el que Icomos determinó ampliar la protección de la Mezquita-Catedral y reconocer el valor extraordinario de su entorno como ejemplo de de la influencia que árabes, judíos y cristianos ejercieron sobre la ciudad, materializada en su trazado urbano y en históricos edificios como el propio templo, la Sinagoga o el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Casco ha conservado su esencia pero a la vez ha cambiado. Según quienes la habitan y la patean todos los días, a mejor, pero aún con muchos asuntos pendientes.
Mezquita-Catedral
Entre los cambios que ha sufrido el Casco en los últimos años los hay que saltan a la vista y otros que tienen un carácter más discreto. Al primer capítulo pertenecen las potentes inversiones realizadas en monumentos como la Mezquita-Catedral de Córdoba . En 2007, el Ministerio de Cultura acometió la rehabilitación de la cúpula, los brazos del crucero, la bóveda y las cubiertas del coro, una intervención con un presupuesto de 3 millones. Aunque es su propietario, el Cabildo , quien asume la mayor parte de las tareas de conservación: solo desde el año 2014 ha invertido 11 millones en restauraciones e intervenciones . Entre las más recientes se encuentran la recuperación de sus cubiertas, los andenes que la rodean y que sirven de asiento y paseo a los visitantes, la puerta de San José o la capilla de San Pelagio . En cartera están otros 7 millones que irán destinados a tareas de conservación y mantenimiento durante los próximos dos años. Una de las actuaciones más esperadas afectará a dos de sus zonas emblemáticas, el mihrab y la maqsura . Aún no hay fecha para esta ambiciosa intervención, ya que se está realizando una rigurosa tarea de análisis para asegurar su máxima preservación.
Hay tres cambios sustanciales que han afectado a la relación de las personas con la Mezquita-Catedral en este tiempo. Uno de ellos es la retirada de una de sus celosías para abrir lo que se conoce como «segunda puerta», que ha permitido que la Semana Santa cordobesa tenga en el principal templo de la Diócesis el punto de encuentro de todas las cofradías en la carrera oficial. El segundo es la programación de visitas nocturnas que ha permitido conocer el templo de otra manera. El último es la apertura de su torre alminar , un mirador incomparable desde el que presenciar, en las alturas, el sinuoso trazado de todo el Casco y parte de la ciudad moderna.
De la Sinagoga al Alcázar
La Mezquita-Catedral es el monumento más visitado de la ciudad : solo en el último año pasaron por él casi dos millones de personas. En segundo lugar se encuentra la humilde Sinagoga , que en la calle Judíos representa el mejor vestigio de la Córdoba sefardí y es una de las tres de estilo mudéjar que se conservan en España. Su propietario, la Junta de Andalucía, ha acometido en los últimos años una intervención de mejora de la que aún se espera una segunda fase que creará, en el espacio contiguo, un centro de interpretación y recepción de visitantes del que carece el pequeño templo. También a la espera están las intervenciones previstas por el Ayuntamiento en el Alcázar de los Reyes Cristianos , que albergará un pequeño museo dedicado a la Inquisición en una de las torres cerradas al público. En la fortaleza se han realizado mientras tanto actuaciones puntuales por problemas de consolidación de la muralla, y se han implantado mejoras en accesibilidad.
Pero la intervención que más ha cambiado el paisaje del Casco Histórico es indudablemente la que en 2008 presentó la nueva imagen del Puente Romano , dirigida por Juan Cuenca, unas obras tuvieron un presupuesto de 13,6 millones y se extendieron durante años en las que los cordobeses se acostumbraron a ver la pasarela y su entorno rodeados de andamios, como luego se acostumbrarían, no sin esfuerzo, a su nueva imagen y a su polémico granito rosa. En 2010 culminó la actuación completa que rebajó la cota de la orilla norte del río para crear una plaza de plataforma única en torno a la Puerta del Puente , que pasó a ser transitable por los vecinos y turistas. Un año después se inauguró el Paseo de la Ribera , con lo que el entorno del río culminó su radical cambio de imagen, que incluye ahora el Centro de Recepción de Visitantes.
También en los últimos años han surgido en el Casco museos de iniciativa privada, como la Casa de Sefarad , espacio para conocer el legado judío, o el Museo de la Alquimia . En la calle Torrijos se alzan otros dos edificios que han sido recuperados en las últimas décadas: el Palacio de Congresos , que está a punto de encarar su segunda fase para ampliar su capacidad como edificio de eventos y reuniones; y el Palacio Episcopal , donde se actúa para abrir espacios expositivos y otras dependencias en torno al patio de carruajes. Las Caballerizas Reales siguen a la espera de una cesión al Ayuntamiento por parte de Defensa que permita regularizar el uso que hace de ellas Córdoba Ecuestre.
Tráfico, peatonalización constante
Cuesta pensarlo, pero hace apenas tres lustros, por el Puente Romano pasaban los coches, camiones y autobuses urbanos, y tenía un semáforo para la prioridad del paso según el sentido en que se circulase. Poco después comenzó la obra que le dio el aspecto actual y el Puente Romano dejó de ser una carretera, que era la consideración que tenía sobre el papel hasta entonces, para ser absolutamente peatonal .
Fue un símbolo del proceso de peatonalización de todo el Casco , que en los años siguientes, durante la primera década del siglo XXI, blindó la zona a la circulación rodada con varias pilonas, sobre todo la de la calle Valladares y la de Amador de los Ríos, que sólo permitían pasar a residentes, repartidores y hospedados en hoteles. También al transporte público , sobre todo al taxi, que tiene el privilegio -y la responsabilidad- del acceso. Eso permitió una mejora en la percepción del turismo, pero también hizo menos cómoda la vida de los residentes .
Presión turística
Córdoba ha vivido en los últimos tiempos una verdadera revolución turística como consecuencia, en parte, de las mejoras incentivadas por los poderes públicos y por entidades privadas. Pero también ha jugado un importante papel la Unesco, que ha sellado con el título internacional de Patrimonio de la Humanidad sus Patios y el conjunto arqueológico de Medina Azahara , poniendo el nombre de Córdoba en el punto de mira de los amantes de la cultura, la historia y la belleza. El Casco Histórico concentra, sin embargo, la mayor parte de lo que ha venido a llamarse « presión turística ». Una bendición para el comercio y la hostelería de la zona pero también una amenaza para quienes tienen en la zona no un escaparate patrimonial sino su espacio de vida.
El gobierno municipal ha creado una mesa del Casco en la que se sientan todos los agentes e instituciones relacionados de una u otra manera con la zona patrimonial con el objetivo de diseñar un plan de gestión . Este documento, exigido por la Unesco, trazará las estrategias para garantizar el mantenimiento del Casco en el aspecto físico pero también en el simbólico. Fijará sus usos y creará una hoja de ruta para las generaciones futuras.
Despoblación y vivienda
El barrio del Casco ha comenzado un proceso de despoblamiento que tiene su germen en la incomodidad que suponen las restricciones de tráfico o la falta de servicios básicos en una zona que cada vez está más hecha a medida del turista, pero también en los precios del suelo . Según el portal inmobiliario Idealista, en la actualidad el valor del metro cuadrado en el Distrito Centro-Casco Histórico se sitúa en los 1.657 euros, lo que supone casi un cinco por ciento más que hace un lustro.
Pero los elevadísimos valores del suelo no son el único obstáculo económico que enfrenta el mercado de la vivienda. Los costes de intervención sobre edificaciones muy antiguas son prohibitivos para quien solo quiere habitarlas y no sacar rendimiento a la inversión, lo que los deja en manos de negocios de hostelería u hospedaje - hoteles y apartamentos turísticos - como los que han proliferado en la zona. En la actualidad hay doce proyectos de hoteles de cuatro y cinco estrellas en distinto grado de desarrollo.
El principal reto que afronta el Casco, en el que coinciden todos los agentes es el de hacer compatible el uso turístico con el residencial , llegando a un equilibrio que no sea lesivo para los vecinos ni para uno de los motores económicos de la capital.
Abandono y solares vacíos
Ligado al problema de la despoblación del Casco está el abandono de viviendas y solares. Los espacios sin uso distribuidos a lo largo y ancho del Casco ocupan unos 90.000 metros cuadrados, aunque la mayoría se encuentra en la Axerquía según un estudio realizado por la asociación vecinal La Medina y el colectivo Iniciativa 20-30. Solo en la zona Patrimonio se registran 96 casas vacías o solares sin edificar que suponen 24.304 metros cuadrados. Del total de estos espacios, 59 son edificios de los que al menos una cuarta parte presentan síntomas evidentes de deterioro y otros 37 son solares sin construir. Las causas son diversas. Algunos son propiedad del Ayuntamiento; la mayoría, herencias no ejecutadas o viviendas que están vacías por el elevado coste de la obra necesaria para hacerlas habitables.
Además de la mala imagen y el riesgo que supone salpicar el Casco de edificios al borde del derrumbe -recientemente un trozo de muralla se desplomó en la calle San Fernando-, el abandono de inmuebles y solares se vislumbra como una oportunidad perdida. En una zona de la ciudad que pide equipamientos públicos, zonas de esparcimiento y plazas de aparcamiento , las parcelas vacías pueden ser la clave para dar cubrir esa necesidad.
Contaminación visual
Otra de las demandas habituales en las que coinciden tanto los residentes como los representantes del sector turístico es en la urgencia de acometer medidas para hacer frente a la contaminación visual . El cableado aéreo aún cruza algunas de las estrechas callejuelas de la Judería, salpicadas de desconchones, y la señalética de los negocios de la zona resta credibilidad al paisaje de postal del entorno de la Mezquita-Catedral. Carteles con el menú del día y expositores de llamativos souvenirs aparecen desordenadamente sobre las fachadas de la zona turística. El anterior gobierno municipal anunció un plan para erradicar los elementos distorsionadores en el que poco se avanzó.
Sí se han producido mejoras en la ordenación del espacio público con la nueva normativa de veladores . La ordenanza dispone cómo y cuánta calle pueden ocupar bares y restaurantes para colocar sillas y mesas.
Seguridad
Otro punto de acuerdo entre todos los agentes que viven, trabajan y transitan el Casco es la mejora que se ha producido en el capítulo de seguridad ciudadana . La que era una zona oscura, poco transitada, en la que eran frecuentes los «tirones», ha ganado en vida gracias en parte al papel del turismo. La Policía se ha mimetizado con el paisaje del entorno de la Mezquita-Catedral , que custodia a diario, en una ciudad tranquila que vive ajena a las amenazas del islamismo radical.
Sin embargo, como medida preventiva, se instalaron recientemente maceteros de enorme tonelaje para blindar las entradas al Casco desde el Puente Romano y la Puerta del Puente. Siguen estando a la orden del día, eso sí, las estafas a turistas por parte de las mujeres de etnia gitana que «regalan» romero en la Judería. También ellas forman parte del paisaje del Casco, y por eso dejan de insistir en leer la fortuna en las manos en cuanto escuchan un acento cordobés.
Noticias relacionadas