ENTREVISTA
Casado Raigón: «El debate sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral no beneficia a Córdoba»
El decano del Colegio de Economistas defiende en su nuevo libro que «hay que ir hacia un turismo con más calidad»
Presentó el pasado lunes 24 de septiembre en Madrid su último libro «Turismo y Economía. Análisis, medición y horizonte» en el que trata distintos aspectos vinculados a este sector en España.
—En su libro señala las potencialidades y las debilidades del sector turístico en España. ¿Cuáles son?
—En cuanto a las fortalezas hay que destacar que nuestro país tiene un gran patrimonio cultural, un buen clima para el desarrollo del turismo de sol y playa y dispone de infraestructuras muy destacadas, como puertos y carreteras, que facilitan las comunicaciones. Una de las principales amenazas es la competencia de los países del Mediterráneo, como por ejemplo Turquía, Egipto o Túnez, que apuestan por modelos «low cost» favorecidos por la devaluación de sus monedas.
—También analiza nuevos fenómenos como los apartamentos turísticos. ¿Cuál es su opinión al respecto?
—Creo que es un problema grave que está trayendo de cabeza a los empresarios, a la Administración y a la ciudadanía. Esta realidad está contribuyendo a crear fenómenos desconocidos hasta ahora, como la turismofobia o la gentrificación, que es la huida de los vecinos del centro de las ciudades a la periferia. El Ministerio de Fomento ha anunciado que se cambiarán las leyes de Arrendamientos Urbanos y la de la Propiedad Horizontal con el fin de que crear equilibrio. Es un fenómeno muy ruidoso que necesita ser regulado, como tantas cosas del sector.
—En el caso de Córdoba, este año se están registrando bajadas de viajeros y de pernoctaciones tras varios ejercicios de subidas. ¿Se puede hablar de un cambio de ciclo?
—Efectivamente. Se ha producido un cambio de ciclo, pero es algo que es común a otros destinos cercanos como Sevilla. No obstante, hay que ir hacia modelos de más calidad y de mayor atención personalizada. Es verdad que los visitantes llegados de Europa siguen siendo mayoría, pero hay nuevos emisores de otros continentes, como China, Estados Unidos o Latinoamérica, que crecen mucho. Hay que estar atentos a estos viajeros, que tienen esquemas y presupuestos diferentes a los europeos en sus formas de ocio.
—¿Polémicas como la de la titularidad de la Mezquita-Catedral perjudican al sector turístico cordobés?
—Mi opinión es que sí. El lamentable espectáculo con el informe que presentó el Ayuntamiento a este respecto no beneficia para nada la imagen de Córdoba. Hay que cuidar este sector porque este peligro puede ir a más.
—A su juicio, ¿cuál debería ser la apuesta de Córdoba en el ámbito turístico?
—Hay que trabajar más por el turismo alternativo. Podríamos aprovechar el elevado número de personas que van en circuitos a las playas para que vinieran a Córdoba. Nuestro modelo debe ir hacia el turismo de ciudad, patrimonial, rural, deportivo y gastronómico. Estos aspectos deben aprovecharse complementariamente. Hay que huir de formas convencionales y caducas.
—¿Qué previsiones tiene el sector para el futuro?
—Soy optimista porque España tiene muchos elementos para el desarrollo del turismo. Es verdad que habrá ciclos más positivos y otros más negativos. Sin embargo, creo que el sector tiene la suficiente consistencia para afrontar el futuro. Es verdad que hay que mejorar cosas como la digitalización y la mejora de la formación. Es muy importante conectar con los nuevos emisores de turistas que incrementen el número de viajeros. Nuestra ciudad no está llena como ocurre en otras zonas de España, sino que aún tenemos margen para recibir visitantes.