Día Internacional contra la Depresión
Carmen Prada: «El Covid ha multiplicado los casos y patologías más graves de salud mental en jóvenes y niños»
La jefa de Salud Mental del Hospital Reina Sofía de Córdoba señala conductas autolesivas y hasta intentos de autolisis en este último año
El comité de salud pública mantiene el nivel 2 de alerta en toda la provincia de Córdoba
La crisis del coronavirus no solo ha supuesto un azote para la salud física; también ha sacudido la mental, provocando otra 'pandemia' más difícil de atajar aún que la del propio virus. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud , en 2030 este tipo de trastornos serán la primera causa de discapacidad.
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Entre ellos, los desordenes ansioso-depresivos suponen más del 60 por ciento de las consultas en la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, según apunta Carmen Prada , jefa de este servicio, quien en el Día Mundial de Lucha contra la Depresión analiza la salud mental de los cordobeses en tiempos de Covid.
¿Cuáles han sido los efectos de la pandemia a nivel mental?
La pandemia del coronavirus nos ha creado un clima de mayor inseguridad respecto a cuestiones tan relevantes como la salud, la situación económica y la vida. Esto ha creado un malestar psíquico importante que, en personas predispuestas a desarrollar una enfermedad mental, la ha acabado desencadenado, mientras que los que ya la tenían, han sufrido descompensaciones graves y más frecuentes.
¿Cómo se ha visto eso reflejado en la unidad que dirige?
Nuestras consultas se han visto ampliamente incrementadas. En 2019 y 2020, solo en las especializadas registramos alrededor de unas 51.000, respectivamente; en lo que llevamos de año estamos ya en más de 57.000; es decir, que a falta de algunos datos hablamos de unas 7.000 consultas más en 2021. Y las atendemos con el mismo número de especialistas, lo que supone demoras en las atenciones, en el seguimiento y entre una cita y otra. Está clara la necesidad de incrementar los recursos, pero en todos los niveles.
En el caso de los niños y los jóvenes, ¿cómo les ha afectado la pandemia en su salud mental?
Llevábamos unos años en los que se estaba ya apreciando un incremento de las patologías mentales en niños y jóvenes. La pandemia ha sido como la gota que ha colmado el vaso. Ha significado que en esa etapa de su desarrollo, el alimento para vivir las emociones de forma sana, esto es, la interacción social, se ha visto bloqueado; a ello se suma el clima emocional en el núcleo familiar, donde, en muchos casos, se ha disparado la tensión y los jóvenes y niños han absorbido ese conflicto. ¿El resultado? un mayor volumen de casos y patologías mentales más complicadas, como expresiones irritadas fuertes, auto y heteroagresivas, de una impulsividad mal controlada, y conductas autolesivas y autolíticas intentadas.
Hablando de depresión por el día mundial, que se celebra este 13 de enero, ¿se pueden cuantificar los casos que hay en Córdoba?
No tenemos esos datos, pero históricamente las consultas que tenemos están en más de un 60 por ciento relacionados con trastornos ansioso-depresivos.
¿Hay una predisposición genética a la depresión?
El ser humano cuenta con un bagaje hereditario, estructural e incluso de especie, que conlleva una situación de una estructura biológica para la interacción con la realidad y el mundo. Al mismo tiempo, además de la genética, con mayor o menor influencia también hay un constructo progresivo en un estilo de estructura psicológica individual en la que influye la interacción con el entorno. En este proceso se van desarrollando las habilidades emocionales y cada uno tenemos puntos más fuertes y otros más débiles que nos irán haciendo más o menos vulnerables a determinados sufrimientos. Ante un escenario en el que el sujeto acaba desbordado, en función de su estructura psicológica, puede desarrollar una enfermedad mental. El factor genético junto a lo que se construye en el andar del día a día nos pone en una situación de reacción determinada ante las vivencias.
¿Cómo saber si tienes una depresión de verdad y no es algo pasajero? ¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma básico de la depresión es la tristeza, que condiciona la falta de apetencia por situaciones gratas, el no disfrutar de vivencias que antes nos agradaban, la pérdida o menoscabo de interés por las actividades habituales y un menor rendimiento en el modo de funcionamiento de la persona (en su interacción social, afectiva y laboral). Cuando la tristeza tiene una repercusión en el desarrollo habitual de una persona, con distintos grados de gravedad, podemos hablar de un cuadro depresivo.
¿Cómo diferenciar la depresión de la ansiedad?
En la depresión predomina la tristeza, la merma de iniciativa; en la ansiedad está más presente el desasosiego, la vivencia temerosa anticipada de situaciones de riesgo. A veces, ambos trastornos coinciden y otras veces uno es el predominante.
¿Qué puede desencadenar que una persona caiga en una depresión?
Una de las circunstancias básicas que puede repercutir en el desarollo del trastorno depresivo es el sentimiento de pérdida de algo valioso para ese individuo (algo no material), como la pérdida de identidad intelectual, de identidad de valor estético, el dejar de ser valorado por los demás... Son situaciones que suponen un riesgo importante. También están las situaciones de crisis vital, como la muerte de personas muy allegadas, pérdida del entramado de afecto, situaciones catastróficas, socioeconómicas.... En definitiva, factores de mucha gravedad de alerta, de estrés, que acaban desbordando las capacidades adaptativas de la persona. No todos los sujetos tienen el mismo gado de vulneravilidad, pero hay un nivel de adversidades que afectan, por lo general, a un mayor número de individuos.
¿Cuál es el perfil de la paciente con depresión en Córdoba?
Normalmente, se dan más casos de depresión en mujeres, aunque cada vez se están equiparando más con los hombres. Además, las personas que llegan a la edad mediana de la vida, que ven que los hijos se van marchando, muere la pareja, sienten un desahucio de su estructura básica de afecto, o ven mermadas sus capadidades físicas, tienen más riesgo de sufrir una depresión.
Las enfermedades de salud mental están cada vez más en los medios. Muchos famosos salen a la palestra para contar su caso.
El hablar de la salud mental es algo muy importante porque se ha estigmatizado mucho; durante mucho tiempo se ha pensado que era mejor ocultarlo, con lo cual provocaba un sentimiento de disvaloración de la persona. El que se aborden los problemas mentales con la naturalidad con la que se trata el resto de enfermedades es bueno. Eso sí, hay que saber comunicarlo bien, con la perspectiva de que esos trastornos pueden ser tratados, porque, de lo contrario, puede ser un arma de doble filo.