Carlos González, todo menos fútbol

Desde que Carlos González , presidente del Córdoba CF , anunció a final de 2015 que dejaría la presencia el 30 de junio ya era de esperar que el final de esta temporada no sería normal. Sin embargo, los continuos coqueteos del máximo accionista con temas que no tienen nada que ver con lo deportivo , los partidos, los goles y las victorias están desviando la atención, quizás demasiado, del descalabro en la segunda vuelta.

González ha convertido el final de curso blanquiverde , con el equipo a tres puntos del play off de ascenso a Primera División con 12 por disputarse, en una especie de serie por capítulos. Sus movimientos, su nerviosismo, palpable en sus intervenciones públicas, y sus perennes guerras institucionales, sociales o mediáticas parece que nunca tienen fin.

Cuando el Córdoba CF se hundía en la segunda vuelta, el primer síntoma de debilidad se evidenció con las dudas sobre el futuro de José Luis Oltra en el banquillo. A pesar de haberlo renovado en 2015 tras una brillante primera vuelta, el técnico estuvo a un paso de ser destituido. La derrota ante el Albacete provocó un estallido de inestabilidad que no ha tenido freno.

Con la confirmación de la continuidad de Oltra hasta el final de temporada, el siguiente peldaño en la escalada de todo menos fútbol llegó con sus afirmaciones sobre la oferta que ha tenido sobre la mesa de Jesús León para comprarle el club. El empresario montoreño, eso sí, dio el primer paso dando altavoz público a su propuesta. González , en lugar de dejar pasar el tema, entró al trapo, multiplicando la dimensión del asunto. Es más, él mismo se encargó de revitalizar la cuestión de la posible venta , ya que ha admitido, en dos ocasiones, que tiene otras ofertas. Es decir, que le gusta hablar del tema, pese a que en algún comunicado intente desviar la atención. «El Córdoba está centrado en lograr los objetivos deportivos», dijo en una nota del 27 de abril, aunque los hechos sean de difícil pegamento con esa idea.

La caja de los truenos de González sigue adelante con el reparto de dividendos por primera vez en la historia del club. De los 1,5 millones que se repartirán, 1,42 son para el presidente blanquiverde. Un dinero que muchos le recriminan que bien pudo destinar en enero a reforzar una plantilla que ahora se desfonda en el objetivo de luchar por el ascenso a Primera. Esta cuestión ha sido la gota que ha colmado el vaso de los accionistas minoritarios, que han pedido certificaciones al Consejo por «posibles irregularidades societarias».

En plena ebullición, González ha rescatado su tema estrella: la guerra con el Ayuntamiento . El presidente ha recriminado al equipo de Gobierno local que «actúa de mala fe» contra la SAD cordobesista. En Capitulares no se han callado. Dicen de González que es «machista, misógino, prepotente, ordinario, zafio y soberbio». Así está el patio.