Cultura

Carla M. Nyman, escritora: «Ahora es un momento crucial para que los dramaturgos se pongan a escribir»

Esta creadora ha obtenido el accésit por su obra teatral «Árbol quemado» que plantea un debate generacional entre lo que sucede de forma natural y la realidad artificiosa de las redes sociales

La escritora Carla M. Nyman ABC

Su paso por la Fundación Antonio Gala de Córdoba dio como resultado una obra teatral que ahonda en la dicotomía entre lo natural y lo artificial. Ahora, «Árbol quemado» le ha valido el accésit del Premio Romero Esteo 2020 . la dramaturga Carla M. Nyman Palma de Mallorca, 1996) reflexiona sobre esta pieza escénica desde su residencia temporal en Madrid por la pandemia del Covid-19.

«Árbol quemado» planea un debate generacional entre el devenir de las cosas que suceden de forma natural y ese relato artificioso que se genera a través de las redes sociales. ¿Cuál es el impacto de esa realidad ficticia en las personas?

Cuando escribí «Árbol quemado» me interesaba, con ese debate, que el espectador se cuestionase cuáles pueden ser los efectos de las tecnologías sobre nuestro pensamiento y nuestra memoria, cómo recordamos y seleccionamos los recuerdos a través de las redes sociales. Planteo un tema central, la naturalidad frente a la artificiosidad; hasta qué punto, con esa manera de rememorar el pasado, podemos ser completamente naturales.

¿Y a qué conclusiones llega «Árbol quemado»?

Creo que con el teatro, más que conclusiones se generan dudas y preguntas. Yo nunca voy a tratar de resolver la trama, sino al revés, intento ampliarla, y que no se convierta en una confrontación entre buenos y malos, sino plantear distintas perspectivas complejas y que sea el espectador el que siga dándole vueltas cuando salga del teatro.

En la obra, un grupo de jóvenes se reúnen en una especie de residencia y tienen como labor captar información de la realidad (ya sea de sus vivencias personales como del exterior) y transmitirla. ¿Cómo se presentan al espectador?

Los personajes son complejos, reales, que te van a contar sus necesidades, sus preocupaciones y sentimientos, para que el espectador pueda empatizar con ellos y no señale desde el inicio de la obra quiénes son los «malos». Cada uno tiene sus aristas, sus imperfecciones y sus virtudes. Durante el proceso de captación de ideas y de información se plantea el citado debate: los personajes se preguntan si realmente lo están recabando todo o están volcando su subjetividad y su forma de relatar esa realidad.

En esta obra sigue la senda de Buero Vallejo: ¿del simbolista, del crítico social o de ambos?

De ambas facetas. Además, «Árbol quemado» lo escribí durante el año que estuve becada en la Fundación Antonio Gala y la obra «La Fundación» de Buero Vallejo me influyó mucho.

¿Cómo definiría su estilo?

Creo que todo lo que escribo tiene una base poética importante. La poesía siempre me ha acompañado y en esta obra se ve claramente esa influencia. Además, diría que también le doy mucha importancia a la naturalidad de los diálogos, para que el espectador vea la realidad cuando entre en la obra.

¿Cómo fue su experiencia en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba?

Muy buena. Estar allí me sirvió para crecer profesionalmente, resolver ciertas dudas que tenía, porque venía de la Universidad y quería hacer un máster, doctorado y acabar investigando sobre teatro. Pero siempre, desde pequeña, había tenido esa necesidad de crear, pero la vida te pone trabas. la Fundación me abrió ese camino, me dio esa posibilidad de centrar mi carrera en la creación. Y dediqué esos nueve meses plenamente a escribir. Solo salía para comer, ir al baño e ir al gimnasio.

¿Cómo está viviendo el confinamiento? ¿Le está sirviendo, de alguna manera, de inspiración?

Bien, porque me vine a casa de amigo Marcos y de César, su pareja, aquí, en Madrid, y hacemos muchas actividades juntos y así no se hace tan difícil. De hecho, terminamos de rodar un corto hace unos días que vamos a compartir en redes sociales y en nuestra web https://streethoproductions.jimdofree.com/ . Sé que hay muchas personas que se han quedado solas en sus pisos porque en un principio parecía que esto iba a ser para quince días.

¿Qué alternativas se vislumbran para el teatro en estos malos tiempos para la dramaturgia?

Ahora mismo, el teatro está sufriendo un momento catastrófico. Los espacios están cerrados y hay muchos privados que no saben ni siquiera sin van a poder abrir. Estamos en un momento crucial para que los creadores se pongan a escribir, que planeen lo que van a hacer cuando podamos salir. Están surgiendo ya iniciativas para revitalizar el teatro, como cursos y talleres. Es el caso de La Abadía, que está montando obras de teatro on-line.

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