Agricultura

Caprichos del Guadalquivir ya fabrica en Palma del Río 30.000 botes de mermelada al año

Venden a tiendas «gourmet» de toda España pero también en Alemania, Polonia, Bélgica, Francia, Luxemburgo y Estados Unidos

Procesado de los botes de mermelada de la empresa

P. C.

En los últimos años, el campo cordobés ha visto nacer un buen número de proyectos emprendedores ligados a la innovación y a las nuevas tecnologías con el fin de mejorar las ventas de los productores y reducir sus costes. No es el caso de Caprichos del Guadalquivir , que es una firma nacida y con sede en Palma del Río que busca utilizar cultivos tradicionales para elaboración de nuevos productos. Desde hace seis años se dedican a la fabricación de mermeladas con los cítricos que se recogen en la zona.

La gerente de la firma agraria, Inmaculada Martínez, indicó a ABC que esta iniciativa dio sus primeros pasos en 2014. «Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que cuando terminaba la recogida de la naranja en fresco, en nuestra comarca no se fabricaba ningún otro producto, por lo que mi marido, mi hija y yo nos decidimos a crear nuestra empresa para la elaboración y venta de mermelada para cubrir ese hueco», recalcó la directiva.

El crecimiento que ha experimentado Caprichos del Guadalquivir desde ese momento ha sido muy importante. Martínez señaló que la compañía «ha ido evolucionando poco a poco y por sí sola como demuestra el hecho de que al año siguiente de abrir ya estábamos exportando a Norteamérica y que nuestra capacidad de producción ha pasado en este tiempo de 2.000 a 30.000 botes al año ». Esto significa multiplicar por 15 la fabricación que realiza la sociedad en un lustro.

Para la elaboración de mermeladas se suelen utilizar frutas amargas . No es el caso de esta empresa palmeña, que emplea los cítricos de sabor dulce existentes en la zona. «Desde el principio hemos querido apostar por lo nuestro para fabricar las mermeladas de naranja, mandarina y pomelo », resaltó la gerente, aunque también cuentan con una línea con miel.

Caprichos del Guadalquivir no quiere quedarse ahí, de modo que tiene en marcha algunos proyectos de investigación para incorporar nuevos productos a su oferta. Según desveló, desde hace dos años están trabajando para elaborar y comercializar dulce de naranja, similar al que ya existe con el membrillo en el mercado. «Estamos en la fase de buscar el mejor envase con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria y cumplir con nuestro compromiso de protección del medio ambiente», aseguró.

Martínez es clara a la hora de explicar cuál es el modo de trabajo de la empresa. «Producimos nuestras mermeladas como las madres las cocinaban en sus casas hace años, ya que todo el proceso es manual, pero en nuestro caso, lo hacemos a lo grande», apuntó. Según explicó, no utilizan conservantes y todos los productos están pasteurizados.

Sus instalaciones actuales se encuentran ubicadas en una nave de unos 220 metros cuadrados facilitada por el Centro Andaluz de Emprendimiento (CADE) de Palma del Río. La directiva reconoció que dentro de un tiempo tendrán que abandonar ese espacio y ubicarse en uno propio. Sin embargo, a pesar del fuerte crecimiento que están experimentando no se plantea la construcción de una fábrica de más superficie con la que cuentan actualmente. «No pretendemos industrializar nuestro proceso de elaboración para que el producto no se resienta», afirmó.

Martínez dijo que su perfil de cliente a nivel nacional es el de las tiendas «gourmet» repartidas en gran parte de España, mientras que en el exterior están presentes en Alemania, Polonia, Bélgica, Francia, Luxemburgo y Estados Unidos. Dentro del país norteamericano sus ventas son mayores en California y en Houston.

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