Rafael González - LA CERA QUE ARDE

El canasto

Medina Azahara tiene ahora luces pero también goteras en la recepción desde hace años

Mientras las tribus españolas se están dando de galletas, a nosotros nos han iluminado Medina Azahara . Que venga un poco de luz en estos tiempos de zozobra y futuras tinieblas es de agradecer. Tengo que escribir esto un día antes, o dos, de que se publique, o sea que cuando aparezca hoy, ya nada será igual. La verdad es que nada es igual desde hace tiempo pero eso ya lo sabíamos. Algunos asuntos no han cambiado en cualquier caso: españoles contra españoles en un afán autodestructor de lo más curioso en los tiempos del relativo bienestar social y la globalización. Goya tenebroso que se asoma más allá de su sala de El Prado y que extiende sus lienzos en la España del siglo XXI, en las que las que lo s garrotazos se reparte en tuiter, o por guasap. Poca luz a pesar de que el monumento palatino cordobés ahora se nos muestre de noche con más brillo

Tenía pensado titular la Cera de hoy como «La luz»: habitualmente el proceso que sigo es dilucidar el tema, tomar café, comprar el ABC, tomar otro café, y si se dibuja con claridad el título todo viene en la mayoría de las ocasiones como de corrido. Pero el título ha cambiado porque los mimbres son los siguientes: en Cataluña de «rave» secesionista , la Guardia Civil en lo suyo, los Mossos en lo suyo también, don Mariano en su sitio y todo con una absoluta normalidad democrática camino del caos. Y a mí me afecta una tristeza infinita que no es la mejor musa ni para encerar el lunes, ni para disfrutar del picnic al que se ha referido nuestro insigne número dos de Interior, señor Nieto . Estos son los mimbres para construir el canasto.

Y como decía, en la semana que desemboca en las tinieblas, en Córdoba hemos encendido el Alcázar y Medina Azahara. El monumento municipal ha sufrido un proceso cíclico que es claro ejemplo de lo que también nos pasa ahora: se pone en marcha un espectáculo, se amplía con iniciativa privada, llegan los listos y lo apagan y los mismos listos deben volver a encenderlo de la mano de la empresa a la que despreciaron. Un ejercicio de a lta política y mejor gestión : España en estado puro.

Lo de Medina Azahara tiene otro camino, aliñado con el de la lentitud y una difusa hoja de ruta de muchos años de esas que manifiestan que no se tiene mucha idea de qué hacer o no. De nuevo ha tenido que ser una fundación privada la que le ponga las pilas y las luces a nuestros intelectuales y técnicos de la Junta. Medina Azahara tiene ahora luces pero también goteras en la recepción desde hace años, lo que demuestra que los arquitectos van por un lado y los encofradores por otro: un primero de octubre en toda regla. Ahora que se hace la luz en Córdoba vamos camino del apagón del «Régimen del 78», que dice aquél. Nunca hay suficientes mimbres para hacer un buen canasto. Sobre todo porque los ha ido sirlando mientras nos hipnotizaban con el milagro democrático de occidente. Como los espectáculos de luz y sonido mientras los hosteleros tienen su propio primero de octubre .

El canasto

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