Agricultura

El campo de Córdoba sufre ya las consecuencias de la falta de lluvias en invierno

La patronal Asaja alerta de los daños causados en cultivos de trigo, cebada y avena

El trigo es uno de los cultivos más afectados por la falta de lluvia en invierno M. Cieza

D. Jurado

La organización agraria Asaja Córdoba mostró ayer su preocupación ante la falta de lluvia , que unida a unas temperaturas «anormalmente altas» durante el mes de febrero, está dañando el desarrollo de los cereales de invierno que, en esta campaña, estaban teniendo un «buen desarrollo». En un comunicado, la patronal señala que la ausencia de precipitaciones está perjudicando la normal evolución de estos cultivos, fundamentalmente de trigo, avena y cebada .

La patronal que preside Ignacio Fernández de Mesa indica que con el nivel actual de los pantanos «previsiblemente se mantendrá el riego en la provincia, pero con dotaciones por debajo de las del año pasado y de continuar esta situación puede acarrear una limitación en la dotación de agua para la campaña próxima».

Tras la última comisión de desembalse celebrada el pasado 3 de marzo , «se prevé que el riego en la provincia disminuya un 44 por ciento, al aprobarse un desembalse para la cuenca del Guadalquivir de 1.000 hectómetros cúbicos con una dotación de 3.000-3.200 metros cúbicos por hectárea», afirma Asaja, que, no obstante, apunta que «estas condiciones de riego podrían mejorar en función de las precipitaciones que se registren en la próxima primavera».

Esta situación está afectando a las siembras y está provocando, por un lado, «la degradación de los cultivos sembrados, especialmente los cereales y leguminosas» y, por otro, «el adelanto de los ciclos vegetativos de los árboles frutales, frutos secos y olivar ».

Es el caso de los cereales de invierno, concretamente el trigo, la avena y la cebada, que están «terminando de desarrollarse adecuadamente, pero se están observando ya los síntomas de falta de precipitaciones». En los cultivos de primavera, como el girasol que empezaron a sembrarse con normalidad «se ha parado la siembra» debido a la « falta de humedad en las parcelas», avisan desde la patronal agraria.

Ganadería en jaque

Asimismo, las zonas ganaderas del norte de la provincia necesitan lluvia por la cada vez peor situación de los pastos. La situación es alarmante, pues la falta de reservas hídricas provoca «el debilitamiento de la planta en un momento que debería ser de pleno desarrollo del pasto de cara a la primavera». Las explotaciones de heno que se dedican a la alimentación animal no están madurando correctamente.

Esta situación está causando una «grave preocupación entre los ganaderos de extensivo que verán incrementados los costes de alimentación del ganado si definitivamente no hay un desarrollo adecuado del alimento natural », concluye Asaja.

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