AGRICULTURA
La campaña de olivar termina en Córdoba sin alcanzar la cosecha prevista por el menor rendimiento del fruto
La cotización del aceite alcanza cifras que no se pagaban en el sector desde 2019 pese a la crisis hostelera
Menos producción que la prevista y mejores precios que el año pasado. Así podría resumirse la campaña olivarera 2020-2021 en Córdoba, cuya finalización está ya muy próxima. Un informe de la Consejería de Agricultura , Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible señalaba la semana pasada en relación a los trabajos en las plantaciones oleícolas que, «con la recolección ya terminada en el Norte y el Centro de la provincia, las explotaciones se encuentran en plena faena de poda y eliminación de restos, mientras que en la zona de la Subbética continúa la recolección a un ritmo muy alto ».
Al inicio de la temporada , el aforo de la Administración autonómica estimaba que la cosecha en Córdoba experimentaría un importante crecimiento respecto al periodo anterior al situarse en unas 317.000 toneladas . El mes pasado , en plena campaña, el propio departamento encabezado por Carmen Crespo (PP) se vio obligado a modificar estas previsiones , algo que es muy poco habitual, y adelantaba una producción un 18 por ciento menor a la pronosticada debido a la caída del rendimiento graso por cuestiones climatológicas, principalmente.
De este modo, el aceite molturado en las almazaras de la provincia se quedaría en unas 260.000 toneladas , una cantidad cercana a la media de los últimos años . No obstante, si se cumplieran estas nuevas previsiones , la campaña se anotaría un crecimiento de su producción del 33 por ciento respecto a la temporada que acabó en la primavera de 2020 , cuando tan solo se llegó a las 194.700 toneladas. La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) actualizó hace pocos días los datos de la cosecha olivarera al cierre de febrero. En esa fecha los centros de producción cordobeses ya habían generado 248.000 toneladas de zumo de aceituna, una cifra que va en línea con las estimaciones rectificadas del Gobierno andaluz.
En cuanto a calidad, las explotaciones logran salvar el ejercicio en este aspecto al haber adelantado la recogida de aceituna
El presidente provincial de Asaja , Ignacio Fernández de Mesa, coincidió con la Junta en que detrás de este retroceso del aceite molturado previsto se encuentran los menores rendimientos obtenidos de los olivos que, según sus datos, podrían haber caído entre dos y tres puntos en relación a otros años. Factores climatológicos , como la falta de precipitaciones y temperaturas no habituales en ciertos momentos del año, han provocado, a su juicio, una merma del contenido de líquido en su interior. «Nos encontramos ante una campaña que podemos calificar de transición », sentenció el dirigente de la organización agraria.
Por su parte, la gerente de la Asociación Provincia de Almazaras Industriales (Acora), Macarena Sánchez, señaló que «ha sido una campaña atípica , marcada , no solo por las incidencias de la pandemia , sino también por unos rendimientos grasos singularmente bajos », que sitúa entre tres y cinco puntos inferiores a la media. Según afirmó, «se han obtenido aceites de oliva de calidad hasta que se iniciaron las lluvias a finales de diciembre, momento a partir del que se frenó el ritmo de recolección y, por tanto, empeoró la calidad de los aceites producidos».
Sánchez apuntó que los motivos de estos menores rendimientos son «el déficit hídrico al que se ha visto sometido el cultivo en Andalucía, en particular en octubre y en noviembre, una circunstancia que se ha unido a las altas temperaturas acontecidas en el final del verano y durante el pasado otoño».
El secretario general de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Baena , José Manuel Bajo, calculó que la producción en esta zona del Sur de la provincia, pese a la bajada de los rendimientos, habrá alcanzado las 42.000 toneladas, el doble que en la temporada pasada , que «fue especialmente mala para nosotros». «En lo que respecta a la calidad, hemos conseguido salvar el año gracias a que comenzamos antes la recolección de la aceituna», resaltó.
Las dos campañas anteriores se caracterizaron por la caída de los precios en origen. En es este periodo de recogida que está a punto de concluir ha ocurrido lo contrario. Desde que comenzó la campaña en octubre hasta la semana pasada las cotizaciones del virgen extra se han elevado algo más de un 31 por ciento , hasta situarse de media el kilo en 2,77 euros , según las estadísticas oficiales de la Consejería. Estos dígitos no se alcanzaban desde principios de 2019 .
El máximo representante de la patronal agraria en Córdoba aseguró que las menores existencias de aceite de las previstas , el aumento del consumo mundial de esta grasa y la baja producción en otros países competidores como Italia, Grecia o Túnez han favorecido una tendencia al alza de los precios. Sin embargo, el representante de la DOP Baena recordó que los valores actuales apenas superan el umbral de rentabilidad del olivar tradicional. A su juicio, para que estos agricultores obtuvieran una rentabilidad del 5 por ciento las cotizaciones deberían llegar a los 3,5 euros. De cara a los próximos meses, la dirigente de Acora auguró que los precios «se van a mantener firmes con una tendencia sensiblemente alcista».
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