SUCESOS
El calvario de una mujer en Córdoba a manos de su expareja, que quiso matarla
El Ministerio Fiscal le pide 19 años de prisión a un hombre condenado por malos tratos y que vulneró la orden de alejamiento
El Ministerio Fiscal ha pedido 19 años de prisión contra un hombre por intentar matar a su expareja con la que convivió de forma irregular durante ocho años y con la que tenía un hijo en común.
La Audiencia Provincial de Córdoba ha concluido la vista oral del caso en el que el fiscal reclama que se condene al acusado de siete tipos penales distintos que son los siguientes: maltrato habitual en el ámbito de violencia contra la mujer, delito continuado de quebrantamiento de condena, lesiones, amenazas graves, allanamiento de morada y, el más grave, homicidio en grado de tentativa que por sí mismo tiene una petición de penas de ocho años y medio de cárcel.
El acusado ya había sido condenado en 2013 por malos tratos , lesiones y amenazas que implicaban la separación total de su expareja durante un periodo de ocho años, reza el fiscal. Liquidada la condena, se notificó al acusado que no podía acercarse hasta el año 2021.
Durante todo ese tiempo, afirma, el acusado hizo caso omiso de esa obligación y, pese a tener pleno conocimiento de que no podía acercarse a menos de 500 metros de su domicilio, realizaba contínuos contactos por mensaje, llamada telefónica y encuentros pretextando visitas al hijo que tenían en común. El fiscal señala la tolerancia de la víctima por el profundo temor que sentía . Tanto, que permitió que le configurase el GPS del teléfono para que conociese en todo momento dónde se encontraba.
Los hechos que ahora están pendientes de sentencia tuvieron lugar a finales de agosto y principios de septiembre del año 2018 . El 30 de agosto, dice el fiscal, el acusado llamó a su expareja que se encontraba con una amiga. Le contestó que eso era mentira. El fiscal asegura que se presentó en casa de la víctima, la golpeó, le propinó una patada en un muslo y le estrelló el móvil contra el suelo.
Un «calvario» a golpes
El seis de septiembre, el acusado telefoneó a su expareja asegurando que quería ver a su hijo esa misma noche y que llevaría comida para cena. Ella, al principio, aceptó y, por consejo de una amiga, llamó al presunto agresor para decirle que no fuera a su casa. Igualmente, hizo acto de presencia e insistió en duchar al pequeño.
Cuando ella le recordó que le había prometido que se marcharía lo antes posible, le dio un cabezazo, la arrojó al suelo y le hizo una presa en el cuello asfixiándola . Cuando la liberó, dice el fiscal, borró todos los datos del móvil para que no hubiera pruebas ante una posible denuncia.
El siete de septiembre, la mujer puso una denuncia en la Comisaría. En tanto el varón conocía sus movimientos por el GPS, ella pidió a unas amigas que pasaran la noche en su casa. Aún así, el acusado logró colarse usando la fuerza en la vivienda gritando «te voy a matar». La tiró al suelo, la agarró de los cabellos y comenzó a estrangularla prácticándole una prensa braquio-antebraquial «susceptible de provocarle la muerte de haberse prolongado unos minutos más.
Ella se salvó cuando, forcejeando, se libró del brazo de su agresor, agarró una figura de cerámica con forma de elefante y propinándole un golpe que le provocó una herida inciso contusa que le hizo sangrar.
El hombre abandonó atropelladamente la vivienda gritando que lo habían apuñalado. La huida tuvo que ser accidentada porque se dejó abandonados en el salón sus zapatillas deportivas. El fiscal entiende que los hechos descritos -que provocaron una asistencia sanitaria más prolongada a la víctima- tenían toda la intención de provocarle la muerte.
