Calor
Ola de calor en Córdoba | Abanico, agua y refugios para los que desafían al termómetro
Cientos de personas llenan el Centro y la Judería a pesar de la previsión de altas temperaturas
La alerta roja se extiende al domingo en el Valle del Guadalquivir con 47 grados
¿Quién dijo miedo? Al oír las noticias alguien puede pensar que en Córdoba es un desierto en este sábado 14 de agosto de 2021. Las baldosas se despegan del suelo, el asfalto se derrite y todo el que puede se ha refugiado en sus casas. 47 grados pueden caer.
La realidad, sin embargo, es que la ciudad se parece a sí misma en agosto. Algo más vacía de lo normal, algo más tranquila, pero con mucha gente en la calle . Bajo los toldos, refugiada en las terrazas con sombrilla y en los interiores de aire acondicionado, pero sin atrincherarse en casa.
La Judería conoció épocas del todo vacía, en los peores tiempos del coronavirus , pero ahora está animada. El Patio de los Naranjos ofrece sombra reparadora junto al muro norte y allí están sentados Fidel Jiménez y Marina Ramos con sus hijas Noelia y Elena.
Viven en Tenerife, aunque él es de Ciudad Real , y aunque sabe lo que es el calor, también confiesa que es más alto de lo que conoce. Pasarán dos días en Córdoba y no se han asustado por la ola de calor, aunque también se sorprende.
«Las horas más intensas las pasamos en el hotel. Y el resto, a gua y abanico . Vale la pena venir a Córdoba», cuentan mientras esperan su turno de entrar a la Mezquita-Catedral. No se han arrepentido de llegar.
En los graderíos de la calle Cardenal Herrero la vida fluye como si fuera un sábado de octubre. Hay un grupo ruidoso y alegre que ha llegado de El Ejido. «Somos 22, como en una excursión», dicen, y no se asustan porque el calor que ellos padecen es casi peor.
Por eso cuentan que en los invernaderos se puede trabajar a 55 grados, muchos más que los 39 que a esa hora marca el mercurio, y muchos de ellos son agricultores o transportistas acostumbrados a caminar bajo un sol impenitente.
Con todo, cuando se les pregunta si estarán a las cuatro de la tarde en el hotel, con aire acondicionado, aclaran que quizá sea un poco antes . Reservaron el viaje con tiempo y no lo cancelaron cuando vieron las temperaturas a las que se llegaría en la ciudad.
Céspedes y Deanes están concurridas y en la plaza de la Agrupación de Cofradías las mesas están llenas de visitantes extranjeros que almuerzan más temprano que los españoles. A 14 de agosto y con la temperatura más alta del año, el atractivo de Córdoba puede más que el calor.
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