EVENTO
Las callejas de Córdoba no se cogen puente
El Festival de los adarves registró ayer una notable afluencia de personas que quisieron disfrutar de estos espacios singulares
Un violinista hace que la plazuela de la Agrupación de Cofradías, que da la bienvenida a la Judería de Córdoba , recuerde sones de la plaza de San Marcos en Venecia . En este cruce de caminos, entre la vieja calle de las Comedias y la calle del Tesorero que desembocan en la Casa Árabe, cientos de turistas se suman a la segunda edición del Festival de las Callejas de Córdoba -todo lo que necesitas saber de él lo puedes conocer pinchando este enlace- .
Muchos iniciaban ahí el recorrido, aunque otros habían decidido primero recoger su pasaporte en la Casa de las Cabezas, organizadora junto al Ayuntamiento de Córdoba de este evento cultural impulsado por el investigador histórico Manuel Ramos, gerente de la Casa de las Cabezas. El pasaporte recuerda que quien recorra todos los adarves (estrechos pasadizos sin salida que hunden sus raíces en el urbanismo musulmán que tuvo la ciudad) del plano puede sumar más de ocho kilómetros.
A la Casa de las Cabezas , sobre las 13.00 horas, los visitantes acudían a por su kit de bienvenida , que incluye mapa y guía para disfrutar al máximo de esta experiencia. Otros muchos llevaban el recorte de las páginas de ABC donde aparecía el plano de las callejas y los consejos.
Con estos recortes en la mano en la calle Rey Heredia, el matrimonio cordobés formado por Vicente e Inmaculada tenía claro su itinerario, que empezaba por la zona de la Mezquita-Catedral. « Iremos primero a la calleja de las Flores , y seguiremos el camino hacia la Plaza del Potro y la zona de San Pedro», explicaban entusiasmados, con zapatillas de deporte. Su idea no era poder ver las 52 callejas, pero sí alcanzar al menos dos barrios.
Cola para las fotos en la Calleja de las Flores
Los visitantes que llegaban de fuera también se encadilaban con la iniciativa. Era el caso de José Antonio y Ángeles, que llegan desde León . Para ellos, el Festival de las Callejas era uno de los aliciente de un viaje que iba a durar cuatro días. «Preparamos el viaje por internet y v imos el vídeo de las Callejas y nos pareció interesantísimo », cuentan a ABC a escasos metros de la calle Deanes.
Para la familia Muñoz, que llega desde Sevilla , el plan no puede ser mejor. Visitar las callejas comenzando por la Casa de las Cabezas, comer en Bodegas Campos, y luego pasear por la Judería. «Esta ciudad es impresionante, preciosa» , admiten.
Por la calleja de las Flores , quizá una de las más fotografiadas, había que guardar cola para hacer una foto con el palo selfie si se quería captar los dos arcos y al fondo la torre de la Mezquita-Catedral aderezada por geranios.
Mientras tanto, los talleres tradicionales del cuero, esparto o artesanía , se sucedían en los distintos rincones mientras obras de teatro como la de «Los Siete Infantes de Lara» , a cargo de alumnos de la Loyola o la representación teatral la «Leyenda de Medina Azahara» en la calleja Siete Revueltas, se convertían en otro de los puntos fuertes de la jornada de este Festival. La jornada también permitía la visita a algunas de las iglesias fernandinas, que abrían sus puertas como ocasión especial durante el Festival.
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