CRÓNICAS DE PEGOLAND
Calle Alcalde Andrés Ocaña
Nadie ha pedido que una de las calles que cambia de nombre se rotule con el del único regidor fallecido de la democracia
![Andrés Ocaña, con Pedro García e Isabel Ambrosio, en la calle Cruz Conde tres meses antes de su muerte](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2018/09/20/s/opinion-ruiz-andres-krnG--1248x698@abc.jpg)
Antes de empezar con este texto, quiero hacer una aclaración para que conste y nadie se llame a engaño. Fui colaborador de Andrés Ocaña en su etapa como teniente de alcalde de Presidencia y Urbanismo. Tuvimos una relación personal estrecha durante muchos años, conocimos a nuestras respectivas familias y decidí que fuese la persona que oficiara mi única boda hasta el momento. Es por ello que estas líneas no son objetivas. Creo que deben ser, sin embargo, honestamente subjetivas. Fui amigo del exalcalde , que falleció en marzo de 2017, y también uno de sus más acerados críticos.
Estas líneas vienen a cuento de la propuesta para cambiar el nombre de una quincena de calles por acuerdo de la comisión de la memoria histórica. Cruz Conde y tal, ya saben. No tengo ningún problema con las propuestas que se han elevado a definitivas por parte del Consejo del Movimiento Ciudadano. Lo que me ha llamado la atención es que su nombre no apareciese en las propuestas que elevaron consejos de distrito, asociaciones, peñas y particulares. En la relación, había personajes históricos de todo pelaje, alguna propuesta un tanto surrealista -como lo del Kardo Máximo - e incluso nombres de estrellas y plantas. Un personaje de ficción, poetas de prestigio, un periodista y algún actor. Pero no encontré, y mira que lo esperaba, que alguien propusiese dedicar un espacio de la ciudad a un hombre que estuvo un montón de días empeñado en gestionarla. Con aciertos y errores pero con una dedicación que, entiendo, no se encuentra a debate.
Antes de escribir este artículo, pedí al presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia , una aclaración. Solo pretendía saber si había sido una omisión consciente, instada por la familia o por sus compañeros de partido, o es que sencillamente no formaba parte de las propuestas recogidas en los registros oficiales. La respuesta fue la segunda opción. Nadie se había acordado del único alcalde fallecido en el periodo democrático para el primer baile de rotulación de vías públicas de cierta entidad que se realiza en años motivado por las razones de todos conocidas.
Entiendo el respeto a la participación ciudadana y todas esas cosas. Pero este particular merece una reflexión. Alguna de las asociaciones pueden dar fe de lo que pidieron y a quién se lo pedían . De quién tenían el móvil, a quién buscaban cuando las cosas se torcían. Sirvan estas líneas, señora alcaldesa, para pedir, con todo el respeto posible, que no se cometa un error. La gratitud es un termómetro de la sociedad, de su salud colectiva. Y parece de justicia que, ahora que se van a firmar estos decretos, se tenga por presentada la candidatura correspondiente para la calle Alcalde Andrés Ocaña Rabadán .
Lo que firmo en Córdoba, a 19 de septiembre.