REPORTAJE
La calle, ajena a la memoria histórica en Córdoba
El órgano de memoria histórica ha de entregar su dossier antes de diciembre
![Un hombre pasea por la plaza central de Cañero](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2017/11/03/s/plaza-canero-cordoba-k2RH--1240x698@abc.jpg)
Qué opina la calle de esta nueva revisión al callejero de Córdoba que promueve la comisión municipal sobre memoria histórica. Un sondeo a pie de acera realizado ayer por este periódico en tres de las calles o barrios afectados por las decisiones de este órgano deja la conclusión cerrada de que a la mayoría de los ciudadanos el nuevo envite del Ayuntamiento no les quita el sueño. «Yo voy a seguir llamando a mi barrio Cañero por mucho que le quiten el nombre: además, Cañero era un hombre bueno, porque donó estos terrenos para que gente pobre como mis abuelos pudieran tener casa», explica María del Carmen Posadas, junto a la avenida del Zafiro, que separa el parque industrial de El Granadal del enclave urbano al que da nombre el rejoneador.
Esta joven de 21 años se crió en la vivienda familiar de una bocacalle de Funcionario Lázaro Navajas, recayente en la plaza principal del barrio. «Mis abuelos ya han muerto y siempre hablaban con mucho cariño de la donación de los terrenos y de la construcción de estas casitas gracias a las que ellos, y nosotros, tuvieron una vida digna después de años muy malos de hambre y necesidad», completa la muchacha. De una opinión parecida es Luz, empleada de una tienda de comestibles de la zona. «La Historia está muy bien, pero creo que es mejor mirar más hacia adelante en vez de tanto hacia atrás: ¿alguien se cree que nuestra vida va a cambiar o va ser mejor porque el cambien el nombre al barrio? Venga, por favor...», explica.
«No saben qué inventar»
En el otro extremo de la ciudad no hay quien encuentre una opinión favorable a la comisión municipal, entre otras cosas porque el desconocimiento de tal órgano es supino. «¿Otra comisión? ¿Y para este pego? Bien estamos», se queja Braulio Sosa, vecino de una calle de Santa Rosa muy cercana al Vial y próxima a Cronista Rey Díaz, que está en la lista municipal. «No saben qué inventar: me parece bien que nos preocupemos por este tipo de cosas pero si antes lo importante está resuelto, y no es el caso», se expresa este hombre. «Hasta ahora me han parecido bien las limpias del callejero porque había cosas impresentables: ahora ya se nos ha ido la pinza, ¿o no?», concluye.
Más de lo mismo en Conde de Vallellano. «El único problema de esta avenida es que tiene una rima con muy mala sombra», bromea Ricardo Salmoral en el velador de una cafetería que va a dar a Fleming. Jubilado de un conocimiento extenso de la historia de la ciudad en la que vive a tenor de lo que dice, este hombre es consciente de las vinculaciones de Fernando Suárez de Tangil con el régimen franquista. «Verás: lo ideal sería que ese nombre hubiera desaparecido del callejero hace tiempo, pero a estas alturas ya me parece inútil por tardío. Los reflejos de nuestros políticos son los que son: no se entiende de otra forma que hayan tardado tanto en reaccionar», indica.
«El único problema de Conde de Vallellano es que tiene una rima muy mala», asegura un vecino
Una cosa es la opinión de la calle y otra muy diferente el empeño de la comisión municipal. Dos de sus integrantes, los profesores de Historia Contemporánea de la Universidad de Córdoba (UCO) Francisco Acosta y Antonio Barragán Moriana, participaron ayer en una mesa redonda organizada por la Federación de Vecinos Al-Zahara organizada dentro de la Semana Vecinal. Los argumentos de ambos especialistas fueron parejos. «La ley está para cumplirla y nos dice que hay que eliminar los símbolos franquistas que quedan en las calles», aseguró Barragán en referencia a la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, «que es contundente porque da a los ayuntamientos un plazo de dieciocho meses para eliminar el rastro de la dictadura y si no plantea sanciones o exclusiones de convocatorias de ayudas públicas».
«La reparación del daño de la dictadura incluye que se quiten ciertos símbolos, porque si no hay manera de curar las heridas y superar el pasado», defendió su compañero de cita en la Casa Ciudadana, que estuvo moderada por el presidente de la comisión, el expresidente de la Federación de Vecinos José Rojas. Este órgano que emana de una decisión del Pleno del Ayuntamiento de Córdoba y que antes de que acabe este mes presentará sus conclusiones parte de la idea de que «después de la Guerra Civil no vino la paz, sino la victoria», en palabras de Antonio Barragán.