Los brotes multicolores florecen en el martes de la Feria de Córdoba

¿Brotes verdes? Más bien rojos, blancos, rosas, malvas , amarillos, naranjas y de todos los colores que imaginarse puedan. Fue el día en que empezó una nueva Feria de Córdoba , o al menos en que empezó a brotar una nueva y multitudinaria segunda parte , y para que llegue fuera necesario que no quedase mucho de la primera. Ni la tranquilidad del siempre íntimo lunes , ni el bullicio de después: el martes es fiel a sí mismo, y se vive en las casetas, pero cada vez con más gente en las calles.

Por eso era una jornada para reparar en los detalles , para mirar las casetas que se han llevado los premios, tanto al conjunto global como a la portada, siempre protagonizadas por las flores. Desde la hora de comer, lo que se entiende por hora de comer en el tiempo normal, empezaban los grupos a buscar El Arenal , fuera por el puente del mismo nombre o en los autobuses, y por la calle de Enmedio llegaban y encontraban el fresco de las casetas.

Todavía hubo algunos lugares vacíos y sitios donde no había que hacer cola para comer o divertirse, pero el ambiente era distinto. Había empezando la segunda parte de la Feria, como si lo de antes se hubiese terminado y ahora la planta brotase otra vez con la misma fuerza . Por eso El Arenal empezaba a ser la serpiente multicolor de trajes , y los caballos dejaban la timidez del lunes para estar más presentes en cada momento.

Como siempre sucede, fue a partir de la tarde cuando comenzó el mayor aluvión, que no duró hasta la madrugada, como en los días más grandes, pero que sí preparó el último descanso . Último porque a partir de entonces ya no habrá tiempos muertos en la Feria de Córdoba.