CULTURA
Una «Bridget Jones» con acento de Córdoba
La cordobesa Esperanza Guardado gana el premio a la mejor actriz en el festival de «webseries» Carballo Interplay

Esperanza Guardado (Córdoba, 1987) ha ganado el premio a la mejor actriz en el festival de contenidos digitales Carballo Interplay , que se celebra en esta localidad gallega, por su interpretación en la serie online que protagoniza, « Briget Jon de Triana ». Un papel que ya le valió, el año pasado, el mismo galardón en el festival andaluz Web Sur y con el que en sólo dos temporadas se ha metido en el bolsillo a centenares de espectadores.
En esta serie online, que puede verse completa en su canal de Youtube , Esperanza Guardado se mete en la piel de una peculiar Bridget Jones a la andaluza , una chica ingenua que vive en el barrio sevillano de Triana y sueña con ser actriz, pero no hace más que coleccionar tropiezos en su vida personal y sentimental: amigas traicioneras, inseguridades, amores no correspondidos, señales que resultan no ser lo que parecen...
El proyecto es obra de la propia Guardado y de su compañero Pablo Gil de Montes, que han querido mostrar un modelo distinto de mujer al que suele verse en la ficción. «Nuestra Briget es una 'loser' con todas las letras. Y a la gente le gusta por eso, porque se siente identificada con ella», explica Guardado, que anticipa que habrá una tercera temporada de la webserie porque su personaje tiene aún mucho que ofrecer «y nosotros, mucho que aprender» de la creación online.

Esperanza Guardado vive en Sevilla desde 2014. Dejó Córdoba «con mucha pena» tras licenciarse en Arte Dramático porque, asegura, no encontraba en la ciudad las posibilidades necesarias para seguir creciendo en su profesión. Afirma que, pese a la cercanía geográfica, hay una diferencia «abismal» entre el pulso cultural de ambas capitales. En su currículum artístico figuran la laureada Malviviendo y otras series como Barra Libre o Entertainment , pero no fue hasta 2015 cuando se decidió a empezar su propio proyecto. Por ahora no le da de comer, pero «me permite llegar a más gente y que me conozcan por mi trabajo», afirma.
Entretanto, compagina trabajos temporales como animadora cultural con microactuaciones teatrales. Es una habitual de las Noches de Repálagos sevillanas, en las que participa con monólogos cargados de ironía. Pequeñas piezas que, sumadas a su cándida Briget, demuestran que su especialidad interpretativa es la sana práctica de reírse de uno mismo .