SOLIDARIDAD
Un boleto de lotería en las farmacias de Córdoba para mandar medicinas a Bangassou
La Fundación del obispo Aguirre y el Colegio de Farmacéuticos lanzan una campaña solidaria
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Centroáfrica es una zona de alto riesgo donde las guerras, la mortalidad infantil, la desnutrición y la falta de alfabetización de los adultos son problemas que acaban con la población. Entre tanta violencia y pobreza, el obispo de Bangassou , el cordobés Juan José Aguirre, reconoce que necesitan «la ayuda que llega de fuera para atajar peligros inminentes».
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Ahora, los cordobeses pueden poner un pequeño grano de arena participando en la campaña solidaria de la Fundación Bangassou y el Colegio Oficial de Farmacéuticos que reunirá fondos para el envío de material farmacológico a la región africana. Las oficinas de farmacia ofrecerán a sus pacientes boletos de lotería al precio de tres euros, con el objetivo de recaudar fondos que se destinarán a la compra de diverso material para esa zona.
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Entre los problemas a los que se enfrenta la población están «el ébola que se asoma desde el Congo o los grupos armados de extranjeros que compiten para controlar el coltán », afirmó Aguirre. «Hemos visto cómo pisotean a la población civil y sus derechos y como no llegue la ONU, no va a ser fácil seguir adelante», relata Aguirre. Y es que son grupos armados a través de los que «multinacionales de países como China, Arabia Saudí o Estados Unidos quieren quedarse con las tierras de centroáfrica y su riqueza : oro, diamantes, mercurio, petróleo, gas y sobre todo el mineral precioso, el coltán. Y quien tiene el control del coltán, tiene el control de las guerras», afirma Aguirre.
Con el conflicto como telón de fondo, el obispo de Bangassou habla con orgullo de su diócesis y de cómo en los últimos 40 años, el tiempo que lleva allí de misión, han ido creciendo las oportunidades de sanidad y educación. Recuerda cómo hace 17 años empezaron abriendo una botica, un proyecto en el que colaboró el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba , y que «hoy se ha convertido en el hospital de referencia porque no hay otro en 100 kilómetros a la redonda». Según relata, empezaron atendiendo enfermos de sida y hoy cuentan con la unidad llamada « Buen samaritano », donde tratan a más de 500 víctimas de esta enfermedad. «A muchos les ayudamos a morir porque es imposible salvarlos», admite Aguirre.