Blindados

No pasa nada: las fuerzas vivas de la ciudad y provincia han salido en la foto y nos han dicho que estamos blindados. En concreto, blindados frente al terrorismo, que a estas alturas de la semana, o del momento actual, no sabemos exactamente qué es dicho fenómeno. Si los extremistas, si los castellanoparlantes, si los catalanistas, si los de la mezquita de al lado de casa o solo una parte de ellos, si los españoles en general por islamófobos, si los islamófilos catalanoparlantes, si los monárquicos o los que no lo son, si Don Pelayo o el Guardia del Realejo . Hay mucha confusión en establecer claramente quién es el enemigo, por lo que deduzco que es complicado blindarse ante él si a ciencia cierta no sabemos cuántas cabezas tiene esa hidra o el enemigo está en casa con una plataforma y dos altavoces reclamando titularidades públicas.

Ha aparecido uno con barba en un vídeo y, si a priori podía parecer que se ha escapado del Rey Heredia , resulta que es un yihadista de aquí mismo, pero sin parcela. Puede que ese sea el enemigo, o un representante de la amenaza, pero la verdad es que no lo hemos tomado muy en serio y nos hemos dedicado a atizarle a memes haciendo una paradiña en nuestra particular guerra civil de todos contra todos, mientras las fuerzas vivas se han hecho la foto del blindaje. Ustedes atícenle al moro cordobés mientras nosotros nos ocupamos de blindar el califato, parece que han venido en decir. Porque mientras estamos entretenidos con el tuiter hay gente que trabaja para que podamos seguir con la cobertura del móvil y escribir lo que nos salga de la chilaba. O del pareo, que todavía hay gente en la playa.

Así que nos han blindado y estamos más tranquilos. Vaya nuestro reconocimiento para los que nos llevan blindando desde hace años y no salen en las fotos. Reconocimiento, gratitud y aplauso por efectivos y humildes. Después están los del «photocall», que es la expresión pública y gráfica de que aquí los sueldos se pagan para algo y que en efecto se trabaja para el progreso, la paz y el blindaje. Tenemos un escudo frente a las cosas malas, la gente perversa y el enemigo en general. También, históricamente, estamos blindados frente al sentido común, el modelo de feria, los edificios en forma de maqueta y próximamente frente al turismo, cuando se le ponga una tasa a Mr. Wallace al señor Okino o a la señorita Giovanni y tengan que abonar unos eurillos de más por la pernoctación, la media pernoctación o el paseo con el autobús de dos plantas.

Igual dejan de venir los guiris y nos quedaremos aquí tan ufanos, tranquilos, blindados y en paz. Nuestras fuerzas vivas nos protegen. Han puesto un escudo para los malos de fuera. Ya tenemos demasiados mangutas y demagogos dentro como para que encima nos den más sustos.