Cultura

Blanco Belmonte en su 150 aniversario | El escritor de Córdoba de la infancia y de la patria

El autor, formado en la prensa cordobesa y que luego se estableció en Madrid, llegó a ganar el Premio Fastenrath de la Real Academia y trabajó en ABC

Fotografía del autor realizada por 'Blanco Negro' ABC

Félix Ruiz Cardador

LA Edad de Plata de la cultura española, vivida en el tránsito del XIX al XX y a la que puso fin el estallido de la guerra civil , contó con una amplia nómina de creadores cordobeses . Artistas y pintores que le dieron vida a una Córdoba en proceso de cambio y que en muchos casos se mudaron al Madrid bohemio que retratase con pluma ácida Rafael Cansinos Assens , donde se vieron influenciados por movimientos estéticos y éticos como el Modernismo o la Generación del 98 .

Fue ahí, en ese contexto, donde se desarrolló la vida del escritor cordobés Marcos Rafael Blanco Belmonte (1871-1936), autor de cuentos, poemas, novelas y traducciones, de cuyo nacimiento se cumplen ahora 150 años.

Serio, católico, bigotón

No fue la suya la imagen habitual de artista bohemio, como sí lo pudo ser la de su coetáneo Ricardo de Montis o la del propio Romero de Torres , sino la de un tipo serio, católico, de bigotón y mirada penetrante, que publicó con constancia libros dedicados a la infancia humilde y al canto a la patria y que murió al poco de comenzar la guerra civil , en septiembre de 1936 , por causas naturales. Como tantos otros contemporáneos suyos, Blanco Belmonte frecuentó los periódicos desde la mocedad y llegó a ser colaborador de ABC en los años 20.

También tradujo con denuedo, tanto novelas de autoras extranjeras para revistas femeninas como clásicos. Tradujo por ejemplo los cuentos de Edgar Allan Poe que más tarde, con nueve años de edad, leería el niño Julio Cortázar y que, según relataba el gran escritor argentino, significaron el despertar de su vocación por el género breve.

Plaza que lleva el nombre del autor en los años 20 ABC

Poco se conoce hoy de la infancia y juventud de Blanco Belmonte , salvo que nació en una familia ilustrada y estudió Farmacia en Granada y Madrid . Su pasión eran sin embargo las letras y ahí sí que se puede rastrear una actividad frenética, que comienza siendo adolescente en los almanaques del hoy extinto periódico ‘Diario de Córdoba’.

En su ciudad natal estuvo hasta las postrimerías del siglo curtiéndose y llegó a ocupar cargos de dirección en rotativos como ‘ La Unión’ . En 1900 hizo las maletas y se mudó a Madrid , que era por entonces la gran capital de la cultura española, en la que confluían escritores y artistas de todas las latitudes hispanas .

En 'Blanco y Negro'

Según el mismo relataba, los primeros poemas se los publicaron en la revista ‘Blanco y Negro ’ y luego comenzó a tener un papel destacado en rotativos como ‘ La Unión ’ o ‘La Ilustración española ’. En lo literario, encontró una primera veta de éxito en los cuentos y poemas sobre la infancia y sobre las difíciles condiciones de vida de los más humildes. ‘Aves sin nido ’ o ‘Almas de niños’ son algunas obras suyas de este periodo, todas ellas de fuerte inspiración católica.

Portada de 'El último cuento azul' ABC

El éxito de estas publicaciones le valió para que el algecireño Ossorio y Bernard lo incluyese en 1904 en su ‘Catálogo de periodistas españoles ’ y para que el príncipe de los bohemios, Emilio Carrere, lo introdujese en su antología modernista ‘La corte de los poetas ’, de 1906 .

La etapa de madurez del escritor le llegaría sin embargo en la década siguiente, pese a que para garantizar sus ingresos siguió compatibilizando su labor más autorial con las colaboraciones bajo seudónimo en revistas femeninas como ‘ La moda elegante ’. Adquiere en esos años su obra un ferviente fulgor patriótico, que queda plasmado en sus poemarios dedicados a El Cid o a la España medieval .

Antología poética

Su antología ‘Las mejores poesías patrióticas’ llegaría a conquistar el premio Fastenrath de la Real Academia en 1919 . En su labor frenética, alternó todo ello con una producción más erudita, centrada en la edición crítica de autores clásicos. De Cervantes y de paisanos como L uis de Góngora o el Duque de Rivas .

Los últimos años de Blanco Belmonte significan el alejamiento de las traducciones bajo seudónimo y su ingreso en la nómina de ABC , que llegaría tras ganar en 1916 el primer premio de cuentos del diario por su relato ‘Aunque sean fieras ’.

Caricatura del escritor realizada por Juan Francés ABC

Publica hasta el final de su vida los artículos periodísticos de variado registro, en los que caben desde reportajes sobre la caza de animales en África hasta glosas literarias de autores admirados como Emilia Pardo Bazán o el alemán del XVIII Friedrich Gottlieb Klopstock , considerado en su país como el poeta de la religión y de la patria. También se adentra en el género de la literatura de viajes con el volumen ‘Por la España desconocida ’, en el que relata sus vivencias por las tierras salmantinas de La Sierra de Francia.

Y en los años 30 obtiene críticas positivas con la novela histórica ‘El capitán de las esmeraldas’, ambientada en la España del emperador Carlos I. Blanco Belmonte escribió hasta el final de sus días y murió a los pocos meses de arrancar la contienda del 36. La Real Academia de Córdoba , terminado el conflicto, lo homenajeó con la publicación de unos poemas manuscritos inéditos de los años 20 en los que, con su estilo vigoroso, demostraba su amor por su ciudad natal. Para Blanco Belmonte , una extensión de una patria, la española, a la que le dedicó sus horas más intensas de creación.

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