LITERATURA
Benjamin Lacombe: «Ni Mérimée ni Bizet entendieron a una mujer libre como Carmen»
El ilustrador firmó ayer en la librería Luque su nueva obra, una revisión del clásico francés
![Benjamin Lacombe durante su entrevista con ABC](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2017/12/19/s/lacombe-cordoba-entrevista-k0ZB--1240x698@abc-keyC--1240x698@abc.jpg)
Era libre en una sociedad que no concedía a las mujeres el privilegio de la libertad. La «Carmen» que dibujó Prosper Mérimée en el siglo XIX y que fue llevada a la ópera por Georges Bizet se adelantó tanto a los tiempos que ni siquiera sus autores llegaron a comprender la complejidad del personaje. Así lo ve al menos el ilustrador Benjamin Lacombe (París, 1982), que ha interpretado con imágenes la historia de la cigarrera en « Carmen », editado por Edelvives. En el marco de su gira de promoción, el lunes pasó por Córdoba para firmar ejemplares en la librería Luque.
Lo de los autores franceses con la andaluza Carmen empieza a parecer un patrón. En el caso de Lacombe , llegó hasta ella a través de la ópera, que pudo le marcó cuando era un niño. Cuando se propuso trabajar sobre un personaje de la cultura española se decantó por aquella mujer de grandes ojos negros que había visto en el cine intrepretada por Paz Vega . Ella, Penélope Cruz y una amiga personal fueron las «musas» para crear a la nueva Carmen, «un personaje fascinante que ha trascendido todas las obras de las que ha sido protagonista».
Para el ilustrador francés, el interés de esta « femme fatale » se sustenta en su carácter inalcanzable. Ni su creador, Mérimée, ni el operista que la encumbró, Bizet, llegaron a comprender a un personaje femenino que les sobrepasaba. Eso se refleja en la propia obra, afirma. « El protagonista acaba matándola por no poder alcanzarla », y es que para Mérimée «no podía existir una mujer así». En la época que vivió y en la España que visitó no había aún espacio para mujeres liberadas.
¿Qué hay de esa Carmen que se ha intentado vender como icono feminista en algunas adaptaciones? Lacombe lo tiene claro: la cigarrera que creó Mérimée era una mujer extraordinariamente libre , pero la obra en ningún caso puede enmarcarse en los preceptos del feminismo. «Hay quien ha atribuido el feminismo a personajes como Frida Kahl o, que nunca reivindicó tal cosa. Cuando se le descubrieron pasiones como la necesidad de ser madre en sus misivas con Diego [Rivera] se dieron cuenta de que estaba en lo opuesto», explica el dibujante francés.
Lacombe celebra que la ilustración esté al fin saliendo del corsé que hasta hace poco ha tenido, asociada a la literatura para niños . Obras como su «Carmen» no son, ni de lejos, obras dirigidas a edades tempranas. «He hecho libros para niños, y me encanta trabajar para el público infantil. Pero también me interesa ofrecer cosas diferentes », defiende. Como ejemplos, expone el colorido de «Frida» o la doble lectura que ofrece «Carmen», donde al texto de Mérimée se le suma su propia interpretación a través de la narración de una tela de araña que se convierte en hilo conductor. «Carmen teje un hilo de seducción donde ellos acaban cayendo y no saben salir», explica.