CULTURA

El Bellas Artes retrata los vínculos entre Córdoba e Italia a través de sus pintores viajeros

Una pequeña exposición reúne obras de artistas locales que se formaron en Roma y parte del fondo italiano del museo

Algunas de las obras expuestas en el Bellas Artes VALERIO MERINO

Irene Contreras

Todos los caminos llevan a Roma , y los del arte cordobés también. Así lo revela la exposición planteada por el Museo de Bellas Artes de Córdoba , en la que los nombres de pintores locales se cruzan con los italianos para sintetizar, en un conjunto de obras pictóricas, las relaciones que exisiteron entre los artistas de uno y otro lugar. Los lienzos que Rafael Romero de Torres o Tomás Muñoz Lucena enviaron a Córdoba desde Roma comparten ahora un rincón con obras de Gian Domenico Valentino y Luciano Borzone que pertenecen al fondo permanente del Bellas Artes.

La muestra la abren dos pequeñas pinturas de Gian Domenico Valentino , un bodegón y una cocina, datados de la segunda mitad del siglo XVII y la obra «Dalila cortando el pelo a Sansón», atribuida al pintor genovés Luciano Borzone. Este último lienzo ha sido restaurado recientemente por el Museo de Bellas Artes de Córdoba . También nutre la nómina italiana el «San Juan niño» del pintor barroco Francesco di Solimena , encuadrado en la escuela napolitana, y dos tablas anónimas que la pinacoteca atribuye a autores italianos sin identificar.

Italia era en los siglos XVI y XVII el sueño dorado de los artistas españoles. Varios cordobeses lograron becas para viajar hasta Roma y aprender la «maniera» italiana, que era un espejo en el que mirarse. Muestra de ello son las obras « Últimos sacramentos », de Rafael Romero de Torres, o « Las gallinas », de Tomás Muñoz Lucena, ambas enviadas desde el país vecino en agradecimiento a las instituciones que habían sufragado su particular «Erasmus» en Italia.

La primera, de contenido social, muestra a un sacerdote dando el viático a un albañil herido. Fue pintada en el año 1980 en Roma y posteriormente enviada a la Diputación de Córdoba , que financiaba su estancia como estudiante allí. La segunda data de 1886 y es una de las obras que Muñoz Lucena regaló a la Diputación en prueba de agradecimiento, además de una evidencia de la influencia que ejerció en el artista el costumbrismo de tradición italiana. Una joven granjera da de comer a un grupo de gallinas bajo la mirada de un niño.

Las acompañan dos obras de los hermanos Garnelo . Una es un estudio de «La muerte de Lucano», de José Garnelo, pintor viajero que frecuentó Italia entre 1891 y 1910. La otra es una escultura en escayola que representa una cabeza femenina, obra de su hermano Manuel Garnelo y datada de 1900 que, según el director del Bellas Artes, recoge la estética italiana de la época.

La muestra, visitable hasta el próximo mes de septiembre, pretende erigirse como un lugar de encuentro de la historia pictórica cordobesa y sus lazos con Italia, a la vez que rinde homenaje a la Asociación Cultural Renzo Aiolfi NP de Savona , en Italia, que volvió a Córdoba diez años después de su primera visita.

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