Baltasar López - PRIMERA PLANA

La batalla olvidada

A IU, derrotada por la realidad, se le ha pasado el ardor guerrero con el que defendió el fallido recargo del IBI a los pisos vacíos

La edil de Hacienda, Alba Doblas (IU), llegó el 12 de agosto de 2015 a lomos de su unicornio, armada de utopías, y mandó parar. Solemne, anunció el inicio de hostilidades: «Le declaramos la guerra a las viviendas vacías» . Enseñó su arsenal para lograr que los dueños de los pisos desocupados los pusieran en el mercado: disparar a mansalva desde 2016 recibos del IBI cargados con un gravamen del 50% para las casas sin moradores. Pero muy rápido se vio que la bomba atómica de la coalición de izquierdas se iba a quedar en un petardazo, cuya onda expansiva llega a nuestros días.

Doblas, que empezó a confirmar las dudas sobre si el cargo le venía grande o muy grande -lo segundo-, tenía una munición de buenas palabras. Cayeron masacradas ante la realidad de que el recargo municipal del IBI para viviendas vacías tiene escasísima base legal. De hecho, su socio de gobierno, el PSOE, no se alistó para una batalla que no es la suya. IU, más sola que la una, intentó sumar efectivos a su escuálido ejército . Matizó su primera táctica -acribillar indiscriminadamente a todos los propietarios de pisos desocupados- y sostuvo que «lo más probable» es que el gravamen se le girara a personas jurídicas y a la banca despiadada, esa a la que hasta hace nada IU no tenía problema en pedir pasta para financiar, por ejemplo, las campañas nacionales.

Ya daba igual. La comandante en jefe del bipartito, la alcaldesa, Isabel Ambrosio (PSOE), tocó retirada. Le quiso dar un salida digna a Doblas -a lo largo de 2016, se iba a pactar el concepto de casa vacía y luego se iba a elaborar un censo de viviendas desocupadas de cara a la futura aplicación de esta iniciativa, para la que no se dieron plazos-. Pero ella se empeñó en manchar su historial de cobardía : dijo que nunca había defendido aplicar en 2016 esta medida.

Doce meses después, a la edil de Hacienda y a IU se les ha pasado el ardor guerrero. Incluso, no tienen problema en que el Ayuntamiento solicite dinero a las que otrora eran entidades financieras malvadas. Y el recargo del IBI ya si eso... para 2018 . Alegan que siguen elaborando el censo de pisos vacíos -necesario para cobrar el gravamen- y que no estará listo para que en 2017 el recargo se pueda activar. Suena a que la realidad les ha hecho levantar la bandera blanca, aunque revistan de eufemismos su rendición para no reconocerla. Si Doblas y su grupo municipal aún quieren hacer algo revolucionario, en lugar de meterse en competencias de once varas, que prueben a aprobar el 1 de enero el presupuesto -una batalla casi perdida históricamente en Capitulares -. Así, los créditos para ejecutar proyectos se podrán pedir antes y las inversiones no se dilatarán, como vuelve a suceder este año. Es menos romántico y «rojeras» que declararle la guerra al capital, pero a la hora de la verdad contribuye más a la buena marcha de la economía local. Y esto último sí ayuda a que cada vez más gente pueda materializar su derecho a un hogar digno.

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