ORIGEN JUDEOCONVERSO
Bartolomé Bermejo y los enigmas de su origen en la Córdoba del siglo XV
Su vida está llena de enigmas y su nombre brilla ahora en una exposición del Museo del Prado
«Pintor Bermejo» es el nombre de una calle no demasiado grande en el barrio de San Andrés de Córdoba, a pocos metros de la iglesia parroquial. Como pasa con algunas calles, si quien mira no identifica el nombre con algo, pasa a carecer de sentido. Su nombre saltó a las grandes páginas culturales cuando esta semana se ha inaugurado en el Museo del Prado una exposición dedicada a la figura del considerado como mayor pintor del gótico en España. Es el pintor revelación de estos días, aunque naciera en pleno siglo XV. Pero sólo ahora se ha arrojado bastante luz sobre su importancia.
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Se conoce sobre su vida y ni lo que se dice parece seguro. Muchos historiadores, no todos, coinciden en que era de Córdoba y creen que debió de nacer hacia el año 1440 . El comisario de la exposición que se acaba de abrir aseguró que podía ser de origen judeoconverso , como tantos en aquellos años, y que eso le habría obligado a llevar una vida itinerante. Su mujer, Graciana de Palaciano , fue condenada por la Inquisición por prácticas judaizantes.
Sus obras documentadas están siempre en la Corona de Aragón , sobre todo desde Valencia hasta Barcelona y destacan por su innovación, vanguardia y calidad, como en el « San Miguel triunfante » en que aparece una capa con ricos pliegues pero también un demonio con expresión enloquecida que llama mucho la atención. Se conserva poca obra: 28 piezas, pero todas tienen gran interés, y muchas llegan cedidas por el Museu Nacional d'Art de Catalunya .
Descubre quién era #BartoloméBermejo, uno de los artistas más fascinantes del panorama artístico de la segunda mitad del siglo XV https://t.co/9Clsbkw3Zs pic.twitter.com/jZ5Nf7kUmT
— Museo del Prado (@museodelprado) 10 de octubre de 2018
La principal fuente documental que asegura que es cordobés está en la considerada su obra cumbre: la llamada « Piedad Desplá », por el nombre de quien la encargó. En el marco figura una inscripción en la que además de hablar de quien la encargó, se firma: «OPVS BARTHOLOMEI VERMEIO CORDVBEnSIS». El profesor Fernando Marías , de la Universidad Autónoma de Madrid, publicó un artículo en el que dudaba de que un pintor como él hubiese nacido en Andalucía y daba por hecho que debería haberse formado en Flandes , por el estilo de su obra.
Por otra parte, dice, en 1468 aparecía como ciudadano de Valencia , para lo que se necesitaban siete años de residencia, y eso se sumaba a la posible formación en los actuales Países Bajos . Por ese motivo duda incluso de que la inscripción, reconstruida en el siglo XIX, quiera ver en él un origen cordobés. No hay más huellas de su paso por Córdoba: ni obras de juventud en la ciudad, ni partida de bautismo ni rastro documental . Otros historiadores atribuyen a su posible condición de judeoconverso este carácter itinerante por distintos lugares y el hecho de que todas sus obras fueran para la Corona de Aragón . Tras su muerte, hacia 1501, se perdió interés por su obra y sólo en el siglo XIX empezó a valorársele hasta ahora, en que se ha hecho casi pintor revelación.