TURISMO

Un barrio de artesanías y restaurantes, así es la Judería de Córdoba en un día de turismo

La jornada del día de la Constitución vuelve a abarrotar los monumentos y los establecimientos cercanos

Turistas en el día de la Constitución junto a la Mezquita-Catedral de Córdoba Álvaron Carmona
Luis Miranda

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Hace años, en la época de los gremios , las ciudades tenían barrios de artesanos y calles donde se sucedían los negocios con una misma artesanía. Las calles con nombres de oficios, incluso en la misma Córdoba donde sobreviven los nombres de los Bataneros y de los Lineros , hablan de aquellos lugares en que quien lo necesitaba algo podía encontrar a quien se lo fabricase o se lo vendiese.

La Judería renace en días como el de la Constitución como un viejo barrio de restauradores y de vendedores de artesanía, de viejas tabernas y heladerías de franquicia, de algún lugar en que comer y también de los sitios en que se puede dormir acunado por los bronces de la vieja torre. La gentrificación existe y se lleva a gente de allí durante todo el año y abarrota sin embargo las mismas calles durante muchos días y en las mejores horas del día.

El campanario de Hernán Ruiz III es en estos días como un imán que reúne a todo el mundo alrededor. Hay dos colas en el Patio de los Naranjos , una para comprar las entradas en la taquilla y otra para acceder al interior de la Mezquita-Catedral , y hay otra ante el Alcázar de los Reyes Cristianos , el rey de las fotos ante la larga perspectiva de las fuentes de los jardines. Los que hace justo un cuarto de siglo consiguieron que el Casco Histórico de Córdoba fuese Patrimonio Mundial quizá pensaron en un día así, con las calles llenas.

Los que tenían buen oído para eso eran capaces de distinguir en el Puente Romano los acentos de los grupos, porque lo más normal en días como estos es viajar entre varias familias . Estaba la sorna manchega de un grupo de mujeres o aquellos catalanes que hablaban con un familiar de Córdoba del programa satírico «Polonia» , en el delgado alambre que supone hablar de política en aquella tierra. Todos buscaron los restaurantes de la Judería y se informaban del tiempo de espera en cada uno, y muchos recalaron en el Centro, porque en días así, aunque haya barrios de artesanías , toda la ciudad lo nota.

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