Primera plana
Simago: Semana fantástica
Es un despropósito en la que Córdoba vuelva a estar en el escaparate de las ciudades en las que cuesta que avance la inversión privada
El voto en contra de la izquierda y la abstención de Vox tumban la operación urbanística de Simago en Córdoba
Simago (y sus pollos) cumplirían cincuenta años en Córdoba este año 2022

El viejo Simago reabre pero sólo su sección de ‘polémicas absurdas’. El Pleno nos ofreció la pasada semana un ‘dos por uno’ de esas largas discusiones sobre materias que no son de su competencia —macrogranjas y sistema de salud público— pero despachó sin debate la votación de la innovación del PGOU sobre el edificio de Jesús y María . La izquierda la mandó a la lona, con la ayuda vital de Vox . Sus dos concejales se abstuvieron y era necesaria para su aprobación una mayoría cualificada (15 ediles), cuando el cogobierno, de PP y Cs , sólo tiene 14 actas.
Que se tumbe esta operación es incomprensible. Es mercancía urbanística light, tiene el visto bueno de la Consejería de Cultura y el dueño del inmueble , El Corte Inglés , no plantea que allí se pueda hacer un silo de misiles o un rascacielos. No. Lo que propone con este cambio del Plan General es que se permitan como usos los de vivienda, oficinas y hotel. Su solicitud es lógica, porque la utilización prevista (un gran centro comercial) ya no tiene sentido, con el comercio electrónico conquistando cada día más terreno. De lo que se trata es de que esta empresa pueda colocarlo en el mercado, cosa a día de hoy imposible.
Era esperable el voto en contra de Podemos e IU , dado que el uso que más ha sonado para el viejo Simago es el de un hotel. Hace mucho que compraron esa falsa idea de que Córdoba es una ciudad tomada por hordas de turistas. Más sorprendente es que el PSOE acabe de adquirir un argumento parecido —«Nos hemos posicionado en contra porque la innovación tenía por objetivo construir otro alojamiento en el Centro », alegó—. Es para beberse entera la sección de licores del Hipercor y olvidarse de esa razón y también de la postura de los de Abascal . Tras propiciar el freno de la operación, Vox dijo que nunca estuvo en su ánimo bloquearla. Pues lo hizo. Ahora, buscará con el gobierno local que salga adelante en un mes.
Esperemos que se logre. Lo que no nos quita ya nadie es esta semana fantástica del despropósito en la que Córdoba volvió a estar en el escaparate de las ciudades en las que cuesta que avance la inversión privada, cuando el bipartito de PP y Cs se ha deslomado este mandato para que no volviera a exhibirse en él.
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